El Bayern de Múnich de Pablo Laso está a punto de comenzar a rodar. Después de su año sabático, forzado por su salida del Real Madrid, el gasteiztarra ya está a pleno funcionamiento en Alemania. El cuadro bávaro ha completado una plantilla con la que espera ganar la liga alemana sin pestañear y dar guerra en Euroliga. Durante la pretemporada han tenido altos y bajos, sin embargo, no contaba con todos los jugadores.
Con la incorporación de los campeones del mundo con Alemania y el fichaje de Serge Ibaka, campeón de la NBA en 2019 con Toronto Raptors, el Bayern mejorará sus prestaciones con respecto a lo visto durante el verano. La firma de Pablo Laso impulsará poco a poco a la entidad muniquesa hasta convertirla en una de las más potentes del continente europeo, aunque no es un proyecto que se vaya a conseguir de la noche a la mañana, puesto que necesita tiempo.
El reto de Pablo Laso en su regreso a los banquillos con el Bayern
👶 Nuevo backcourt joven para crecer
La mayor inversión y apuesta que ha realizado el Bayern de Pablo Laso llega en los puestos de base y escolta. Leandro Bolmaro (23), Carsen Edwards (25) y Sylvain Francisco (25) son los tres jóvenes bases que han aterrizado junto al vitoriano en Múnich. Laso tiene claro, y más tras su etapa final en el Real Madrid, que los éxitos de su equipo van a llegar de la mano de una dirección sólida y de jugadores que lleven sus métodos completamente interiorizados.
Su idea es que el equipo crezca alrededor de estos jugadores, mientras que ellos van asimilando sus tácticas. El Real Madrid de Pablo Laso se forjó así, con una base de jugadores que crecieron alrededor de las ideas del técnico y con un grupo que apenas varió en sus años de mandato. De todas las posiciones, la más importante fue siempre la del base con Sergio Llull y Sergio ‘El Chacho’ Rodríguez y posteriormente Facundo Campazzo.
Para el público español el más conocido es Bolmaro. El base argentino se formó en las inferiores del Barça y tuvo un impacto notable en el primer equipo. De ahí saltó a la NBA, y posteriormente regresó a Europa para jugar en Lenovo Tenerife. El Barcelona no le repescó y Laso ha aprovechado para firmar a un jugador de posibilidades infinitas.
Un base muy físico, alto (1,98 metros), atlético, capaz de cambiar en defensa y encargarse también de aleros e incluso de molestar a los interiores, preparado para cargar el rebote y correr la pista para dinamizar el juego. Su margen de mejora llega en el triple y en el pase, aunque con Laso debería crecer mucho en ese aspecto.
De los tres el de más talento ofensivo es Edwards. El norteamericano jugó tres temporadas en la Universidad de Purdue. En su último año presentó una explosión brutal por lo que se presentó al draft de la NBA. En la mejor liga del planeta pasó por Boston Celtics y Detroit Pistons sin mucha suerte.
La campaña anterior desembarcó en Europa para jugar en un gigante como Fenerbahçe, aunque no tuvo el protagonismo deseado. Carsen Edwards es una máquina de anotar que con los galones suficientes puede liderar al Bayern en ese aspecto y es candidato a jugador sorpresa de la próxima Euroliga.
Por último, el francés Sylvain Francisco. El base se enfrentó a Pablo Laso en su último curso en el WiZink Center mientras vestía la elástica del Manresa. Un base más cerebral que Bolmaro y Edwards. Francisco ha modificado su juego con el paso de los años. Como junior y en sus primeros pasos en la élite francesa era un player más parecido a lo que puede ser Edwards, un anotador desenfrenado.
En Manresa actuó como híbrido, pero en su última campaña en Grecia ha cambiado bajo el mando de Vasileios Spanoulis. En el Peristeri ha promediado 16,2 puntos y 5,8 asistencias, en un campeonato en el que ha sido elegido en el mejor quinteto. La leyenda griega le ha convertido en un base director de juego y en Múnich completa un backcourt con tres perfiles distintos y absolutamente complementarios.
🤫 Bonga, el arma secreta de Laso
Más allá de sus bases de lujo, Pablo Laso contará con una muy buena base de jugadores alemanes que han sido campeones del mundo con la selección germana. Andreas Obst, Niels Giffey e Isaac Bonga ya está de vuelta en Múnich con el oro bajo el brazo. Obst será el tirador de este equipo. El alemán ha realizado un Mundial espectacular y será muy utilizado por los de Laso para desatascar partidos y abrir la pista. Giffey, por su parte, dará profundidad y veteranía a la plantilla desde el alero.
Isaac Bonga será el arma más peligrosa de entre los campeones mundiales en el Bayern de Laso. El alero pasó también por la NBA sin mucha suerte y desde su regreso a Alemania con los bávaros ha subido sus prestaciones a pasos agigantados. La campaña pasada se quedó en 8,5 puntos y 5,5 rebotes, aunque con los problemas físicos de Vladimir Lucic y la confianza que ha cogido en el Mundial debería dar un claro salto en sus estadísticas.
Bonga tendrá la confianza de Laso para crecer en anotación y descargar de responsabilidad a Edwards y Lucic, además de actuar en fases de partidos como cuatro abierto. La mayor incógnita del nuevo Bayern llegará en la pintura. Freddie Gillespie es un pívot muy fuerte físicamente, pero poco talentoso que hará pareja con Danko Brankovic que todavía está por hacer. Por eso ha llegado la incorporación de Serge Ibaka. El ex de la NBA lleva un tiempo alejado de la acción y su físico es una incógnita. Conoce muy bien a Laso y su experiencia debería ayudarles a controlar el juego interior del equipo.
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— FC Bayern Basketball (@FCBBasketball) September 18, 2023
El caso es que el Bayern de Pablo Laso está listo para comenzar. Lo hará en una nueva pista de de cristal LED de alta tecnología en un debut en la liga alemana que será por todo lo alto. Ese partido inaugural concentrará muchas expectativas para ver si el Bayern del gasteiztarra está listo para competir con los monstruos de Euroliga desde el inicio de esta 2023/2024.