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Miami Heat, el finalista más improbable de la historia de la NBA

«Lo que sucedió el año pasado, obviamente, estaba en nuestra mente y nos impulsó para este curso», comentó el entrenador de Miami Heat, Erik Spoelstra, tras clasificarse para las Finales. La franquicia de Florida derrotó en el séptimo partido de la serie a los Boston Celtics, justo a la inversa de lo que ocurrió la temporada pasada. Aquel partido fue de infarto; no se resolvió hasta el final. Todo lo contrario pasó en estos playoff, dominados de principio a fin por Miami (103-84).

Los Heat se convirtieron así en la segunda franquicia que accede a las finales como octavo clasificado, tras los New York Knicks de 1999, y el primero que lo consigue desde el play-in. Miami jugó con una misión doble: la de conseguir un billete para las Finales y la de asegurarse de no entrar en la historia de la NBA al convertirse en el primer roster eliminado tras un 3-0 de ventaja inicial en la serie. Los Celtics fueron el equipo número 151 en intentarlo y fallar, y solo el cuarto en llegar al séptimo y perder. El primero de los cuatro en perder en casa.

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Tras perder el primer partido de play-in ante Atlanta Hawks, las casas de apuestas le daban como el finalista más improbable de todos los equipos posibles. Un apostante podía ganar 370 dólares por cada dólar apostado a favor de Miami. Como comparación, los Houston Texans, el peor conjunto de la NFL, tenía una probabilidad de 200 a 1 de ganar el título. O en el Mundial de Catar de 2022, la selección de Estados Unidos se pagaba 100 a 1 por su victoria final.

🔥 Camino de la mayor sorpresa de la historia

Durante los primeros años de la pasada década, Miami Heat disputó cuatro Finales de la NBA consecutivas. El precursor de los denominados superteams en la mejor liga del mundo. LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh se juntaron en South Beach para gobernar con puño de hierro. En aquellos años, los Heat eran los más odiados del baloncesto profesional y nadie quería su victoria; demasiado sencillo.

 

Ahora, diez años después, la historia ha dado un giro de 180º y Miami está de vuelta en las Finales en una situación completamente diferente. Estos Heat tienen posiblemente la plantilla más inesperada en alcanzar unas Finales. Plagado de jugadores que están muy lejos de ser estrellas, pero que, a base de esfuerzo y perseverancia, están cerca de cerrar una historia de cuento.

🤨 Miami, al borde del desastre antes de playoff

Miami fue un equipo mediocre durante la temporada regular. Buenos en defensa (el noveno mejor rating de la liga), pero un desastre en ataque (el sexto peor). De hecho, su rating neto dejó valores negativos. El peor conjunto en puntos por partido de la NBA (109,5), y muy poco eficientes a la hora de compartir el balón (23,8 asistencias) y en el rebote (40,6).

 

Accedieron al play-in, donde perdieron el primer partido frente a Atlanta Hawks. Durante el repechaje estuvieron al borde la eliminación ante Chicago Bulls, pues perdían 87-90 a falta de 3 minutos y 47 segundos para terminar el choque. Su remontada fue espectacular y consiguieron acceder a playoff. Ya avisaban de que el viaje que se venía era épico.

😳 ¿De verdad estos son los favoritos?

Como octavos clasificados en primera ronda les esperaba Giannis Antetokounmpo y sus Milwaukee Bucks, el mejor conjunto de la liga en la temporada regular y máximos favoritos al título. Los de Wisconsin era un cuadro similar a los Heat, mejores en defensa que en ataque, pero mucho más eficientes que los de Florida. Miami que apenas superaba los 100 puntos por noche, trituró a Milwaukee con 124 tantos de media por encuentro.

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Un Jimmy Butler imperial arroyó a ‘Anteto’ y los suyos con 37,6 puntos, 6 rebotes y 4,8 asistencias. Además, lanzó casi con un 60% en tiros de campo y un 44% en triples, después de no ser capaz de anotar ninguno en todo el play-in. Junto a él, Kevin Love, reclutado para la causa en el tramo final del curso, aportó ese punto de experiencia y su efectividad en los primeros cuartos le dio alas a los de Erik Spoelstra (4-1).

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😤 La eliminatoria de los underdog

En semifinales de Conferencia Este, Miami Heat se encontró con New York Knicks. La eliminatoria más inesperada de los últimos años. Fue un trámite. Otro equipo defensivo, del estilo de Miami, que había desarrollado su vertiente ofensiva gracias al buen hacer de Jalen Brunson y Julius Randle.

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Los Knicks no sucumbieron ante los de Spoelstra. Nunca mejor dicho, puesto que el técnico de los Heat fue la clave de la eliminatoria. Jimmy Butler regresó a sus guarismos normales, negado en el triple, líder de los suyos, aunque lo suficientemente acertado como para ganar solo. Por eso, el técnico de los Heat tuvo que ajustar para integrar al resto de efectivos junto a Butler y tumbar a un conjunto sólido tan como el de Tim Thibodeau (4-1).

🤯 “No podrán con Boston, ¿verdad?”

Es la pregunta que se hacía todo el mundo. Lo más repetido justo antes de la eliminatoria era algo como: «Sí, han arrasado, pero los Celtics barrerán”; “4-0 fácil y a la playa”. Pues en un abrir y cerrar de ojos, Miami Heat estaba 3-0 arriba en la eliminatoria sin despeinarse, al borde de barrer a Boston Celtics, segundo mejor equipo del curso regular. Los Celtics iban camino de sus segundas Finales consecutivas, además de que ya fueron verdugos de los propios Heat en 2022. Desde aquella eliminatoria, Butler clana venganza.

Los Boston Celtics tiraron de su carácter aguerrido, heredado de su época gloriosa y de la idiosincrasia de la ciudad, para remontar. Soñaban con una de las más épicas de siempre, un come back espectacular para igualar la serie a tres victorias por equipo. Además, tendrían el séptimo partido en el TD Garden, primera vez de siempre que un equipo capaz de igualar un 3-0 jugaba el game 7 en casa. Aunque ni con esas, Miami, con Spoelstra magnífico desde el banquillo y un Caleb Martin excepcional, apalizaron a Boston en su casa hasta transformar el orgullo verde en vergüenza.

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La explosión de Martin ayuda, más si cabe, a cerrar el círculo. Ante las bajas de Victor Oladipo y Tyler Herro, especialmente importante esta última, Spoelstra tuvo que tirar de sus undrafted. De los ocho jugadores que participan habitualmente en estos playoff para los Heat, cinco de ellos no fueron seleccionados en el draft. Caleb Martin, además, fue cortado por Charlotte Hornets, una de las peores franquicias de la NBA, en 2021. Max Strus, otro de este selecto grupo, también fue cortado en 2019, en este caso por los propios Boston Celtics, para terminar como su verdugo.

En definitiva, el camino de Miami Heat es una de las historias más increíbles de todos los tiempos. Un guion digno de una superproducción de Hollywood. Con Jimmy Butler y Erik Spoelstra como cabezas visibles. En las Finales tampoco son favoritos. De hecho, Denver Nuggets, su rival y mejor equipo de la Conferencia Oeste, les supera por una diferencia de 4 a 1 en las apuestas. Nikola Jokic, Jamal Murray y compañía, son, a priori, muy superiores. Ese papel de desvalidos, en el que nadie cuenta con ellos, es el que mejor les sienta a estos Miami Heat, que quieren hacer historia y coronarse como el primer octavo clasificado que termina por ser campeón de la NBA.

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