Argentina v France: Final - FIFA World Cup Qatar 2022
⚽ Mundial Catar 2022

El once ideal del Mundial de Catar 2022 para Legal Sport

El Mundial de 2022 no ha sobresalido por el nivel de los laterales o carrileros, a diferencia de la última Eurocopa. Ha pasado de ser la demarcación estrella a la más complicada de llenar, de hecho. Tampoco por los extremos puros. Por tanto, hemos decidido partir con un 1-3-2-3-2 poco ortodoxo, pero plagado de trequartistas que todo entrenador querría tener. Este torneo empezó liderado por los centrales y fue después propiedad de los porteros, pero se recordará, especialmente, por quienes movieron los hilos en la sala de máquinas. 

🇦🇷 Emiliano Martínez

La portería era una de las demarcaciones donde mayor incertidumbre existía antes de la final, pero la actuación del ‘Dibu’, elegido MVP del partido por delante de Di María, Messi o Mbappé, debería ser suficiente para incluirlo en este ranking. El meta del Aston Villa no ha estado en prácticamente ningún once ideal antes de la final. No obstante, esa actuación legendaria le sirve para arrebatar el premio a un Livaković que se quedó a las puertas.

Por detener un penalti en la tanda contra Francia, dos contra Países Bajos en cuartos de final y, sobre todo, por la parada casillesca que le sacó a Kolo Muani a última hora. La acción, valor gol, más trascendente en la historia de los Mundiales. Méritos no le han faltado.

🇭🇷 Joško Gvardiol

Si la venda de la muñeca marcó un antes y un después para Benzema, la máscara no ha sido menos para el central croata. Se fracturó la nariz el 9 de noviembre y llegó a estar en duda su presencia en Catar, pero no solo entró en la lista de Zlatko Dalić, sino que, probablemente, haya sido la mayor consagración del torneo a sus 20 años. Central zurdo, de los que nunca sobran, con mucha determinación y corpulencia para ganar duelos, por joven que sea, explosividad para dominar a campo abierto, y técnica más personalidad defensiva para rebañar balones u ofensiva para conducirlos o filtrarlos. Para el recuerdo, su tackle a Lukaku en una jugada que parecía costarle la clasificación a octavos a Croacia.

En lectura, que era su principal debe, también crece a pasos agigantados. Paradigmático ver como, poco a poco, mejora su ímpetu y no va tan al límite en algunas acciones, por mucho que siga en el bando de los defensores de sangre caliente, aderezada con acciones de una frialdad impactante. La nota negativa llegó ante Argentina, donde, sin hacer un mal partido, salió en el poster de la gran jugada de Messi en el 3-0.

🇦🇷 Nico Otamendi

A diferencia del ‘Cuti’ Romero, su final estuvo muy por debajo del rendimiento ofrecido anteriormente, con dos errores de cálculo en balones divididos impropios de él, que propiciaron el penalti del 2-1 y la propia acción donde Kolo Muani rozó la gloria en el minuto 123. Contra Australia, incluso, titubeó en acciones de un corte similar y una mala cesión al portero, pero resulta innegable que fue, durante muchos momentos, la principal certeza competitiva de Argentina.

En balones aéreos, especialmente dentro del área, estuvo inmenso para repeler, de cara, centros o envíos en largo. Muchas apariciones en momentos de zozobra para ‘La Albiceleste’ y en tramos finales de partido. Con ese carácter ganador que le caracteriza y, no menos importante, contagiándoselo al resto. Lo de que Otamendi se iba a cobrar la venganza a cabezazos era verdad.

🇲🇦 Achraf Hakimi

Fue a Catar a callar bocas, por si la Ligue 1 no la veía suficiente gente. Antes de marcharse al Inter, el por entonces lateral del Real Madrid recibió la mayor parte de su crítica negativa por no parecer un jugador autosuficiente cuando recibía al pie o fiable en términos defensivos. Dos años y medio después, sin embargo, esas han sido las dos grandes virtudes en el Mundial de un futbolista que pudo representar a España.

Capaz de contener a Kylian Mbappé en semifinales, sin ir más lejos. Y de ser un elemento clave en salida de balón de Marruecos, porque si bien ésta no es demasiado enrevesada, cumplió con el claro patrón de juntarse en el sector diestro a Ziyech y Ounahi para triangular, romper líneas de presión combinando a pocos toques y girar después el juego a la izquierda. Evidentemente, sin perder de vista sus portentosas proyecciones ofensivas, aunque no sorprendan tanto tratándose del jugador por el que el PSG pagó 70 millones de euros.

🇲🇦 Sofyan Amrabat

El centrocampista marroquí ha sobresalido en una demarcación y sistema que conoce como la palma de su mano, pero con comportamientos muy diferentes a los que desarrolla en su día a día con la Fiorentina. Regragui le otorgó un rol de pivote de contención, posicional, aplicado en coberturas y correcto distribuidor en la base.

Sin embargo, el que desempeña en el equipo viola es mucho más proactivo: defensa hacia delante, persecuciones a su par en lugar de vigilar la zona, giros o conducciones para romper líneas cuando tiene la pelota. El mérito de lo realizado por el hermano pequeño de Nordin no solo se explica por nivel bruto, también por su adaptabilidad y solidaridad hacia el colectivo. Algún rival seguirá soñando que le persigue Sofyan. O amenazará a su hijo con un «te vas a la cama o llamo a Sofyan».

🇦🇷 Enzo Fernández

Por mucho que Enzo Fernández sea una revelación total, también ha sido un elemento de culto para Scaloni desde que le dio la oportunidad. Quién dijo que no se podían pedir dos postres y había que elegir entre las natillas o el arroz con leche. De hecho, viajó a Catar con solo tres internacionalidades con la absoluta de Argentina y ninguna titularidad. Desde que Lionel lo probó de inicio, contra Polonia, solo salió del campo un cuarto de hora. El único que, junto a Messi y Otamendi, disputó todos los minutos a partir de octavos. El del Benfica, en una continuación de lo que es una temporada de ensueño nada más abandonar el River Plate de Marcelo Gallardo donde creció, ha completado un Mundial al servicio del colectivo.

Sacrificado posicionalmente, pero más que correcto cuando le tocó actuar como mediocentro único, y brillante cuando le acompañó Leandro Paredes; como a Don Quijote, Sancho Panza. Dominó desde el pase progresivo, sus desmarques para abrir líneas de pase, envíos bien mezclados y precisos, recuperó pelotas por técnica o lectura defensiva, y hasta se asomó a la frontal. Y si no que le pregunten a México. O a quienes sufrieron un microinfarto en Países Bajos. Junto a Julian Álvarez o Mac Allister, han sido socios ideales para Messi y protagonistas inesperados de Argentina.

🇲🇦 Azzedine Ounahi

«El talento magrebí es más bonito que bueno», pensarán algunos que no vieron jugar al centrocampista del Angers. El jugador ‘desconocido’ con mayor impacto del Mundial 2022 y, para algunos, de la historia de la competición, lo ha sido a base de desafiar al cuentakilómetros y de aclarar ataques como si su vida dependiese de ello.

No es exquisito técnicamente, no le gusta gustarse. Pero sí tiene la suficiente sensibilidad en su primer control o pase, y la visión de juego necesaria, para haberle cambiado la cara a las posesiones de los dirigidos por Walid Regragui. Especialmente, para transitar. Ahora le toca refrendarlo y demostrar que no es un one competition wonder, por mucho que lo vayamos a recordar durante bastante tiempo como «el ‘8’ de Marruecos». «De dónde ha salido este muchacho…»

🇭🇷 Luka Modrić

Con 37 años a sus espaldas ha vuelto a liderar a su Croacia del alma con una facilidad pasmosa, aunque su labor es de lo más complejo que existe en el fútbol. Un Mundial completísimo, porque ha marcado la diferencia en muchas facetas y en las tres alturas del centro del campo. Incluso, de forma simultánea. Defensivamente dio una masterclass en el debut ante Marruecos como interior todocampista y cerró su estancia en Catar con otra, ante el mismo rival, como mediocentro posicional.

Por el camino, un festival de fintas, controles orientados o conducciones para atraer miradas, liberar y activar a sus compañeros gracias a su rango pasador envidiable. Y, sobre todo, un carácter y frialdad mental para hacer lo que pida el clima de partido en cada momento. Si lo nota frío, sube la calefacción; y si ve que está demasiado cálido, le mete el aire acondicionado. Exhibiciones ante Brasil o Argentina mediante.

🇫🇷 Antoine Griezmann

Un viaje en el tiempo. Como si nada hubiera pasado desde 2018. O, mejor dicho, sin esos traumas, pero tras adquirir la comprensión de juego superlativa que, a día de hoy, es ya su gran virtud. En ataque, para ser el faro de una Francia huérfana de creatividad en la medular; y en defensa, para que su sacrificio no solo quedase en eso, sino que fuese productivo para recuperar balones en campo contrario y terminar hasta por despejar centros en su propio área.

La actuación contra Marruecos fue memorable. La de un futbolista al que tuvimos por un momento como hollywoodiense, pero que derrocha solidaridad y compañerismo. Su 2022 es el de un actor que quiere salir en cada escena, aunque no sea para protagonizar la película.

🇦🇷 Leo Messi

El ’10’ lleva un mes cobrándose las deudas que tenía pendientes, lo de menos fue levantar la Copa del Mundo disfrazado de Aladín. Como aquel adolescente noventero, Lionel se forró los archivadores con frases como: «Es que Messi no aparece en momentos importantes», «es que Messi no ha jugado ningún Mundial como en el Barça, si le quitas a Iniesta y Xavi no es tan bueno» o «es que Messi no ha marcado en ninguna fase eliminatoria de un Mundial». Dicho y hecho, marcó en todas las eliminatorias. Algo que nadie había hecho hasta ayer.

Su gol ante México hizo que Pablo Aimar, su ídolo de la infancia, rompiese a llorar. A Gvardiol también le hizo llorar, de diferente manera, el día de su graduación. Y en las mencionadas instancias eliminatorias, resulta que marcó en todas. Aunque algunos todavía se aferren al «es que ha tirado muchos penaltis», Leo seguirá recibiendo críticas de sus detractores incondicionales, como no podía ser de otra forma. Pero cada vez se lo pone más difícil. Después de semejante Mundial, ¿es ya el mejor de todos los tiempos?

🇫🇷 Kylian Mbappé

Está a cuatro goles, con 23 años y solo dos ediciones a sus espaldas, de destrozar el registro de Miroslav Klose como el máximo goleador (16) en la historia de los Mundiales. Contra Argentina, en dos minutos, reinició la final de una Copa del Mundo como quien apagaba la Game Boy antes de guardar la partida. Este par de frases serían suficientes para justificar su presencia en el once, pero sería perder la oportunidad de ensalzar a un jugador que tiene la grandeza por castigo. Tiene un don. Bueno, realmente tiene muchos. Como trofeo material, se lleva el pichichi, después de que nadie haya marcado más goles que él, a su edad, en dos finales mundialistas: cuatro, sin contar el penalti de la tanda.

Entre ellos, los que más ha enseñado en Catar han sido su voracidad goleadora, exquisitez en la frontal del área sin necesidad de que haya excesivos espacios o la capacidad para, si los hay, aniquilar en carrera al mismísimo Matty Cash, en uno de los duelos más emocionantes del torneo. Ha hecho muchas cosas para poner en duda si esta Francia sigue siendo la de Griezmann. Sea como fuere, el trono está asegurado. Y a Klose solo le salvará ya un milagro, como el de ‘Dibu’ para impedir que Kylian levantase otro Mundial que pusiese también en jaque el récord de Pelé y sus tres Copas del Mundo.

🇲🇦 Entrenador: Walid Regragui

Antes del Mundial, la mayoría de los futboleros no conocíamos, o no recordábamos, a un ilustre de La Liga como es el actual seleccionador de Marruecos. Y resulta que ahora hay bastante unanimidad sobre su figura, después de haber visto mil veces por redes sociales la foto de su cromo del Racing o la historia de que compartió vestuario con Scaloni, que ha sido su rival para recibir este galardón.

Mérito absoluto lo suyo. Diseñó a contrarreloj una telaraña defensiva impenetrable, que por vivir lejos de la portería rival, no significó vivir más lejos del gol. De hecho, es todo lo contrario, porque con menos posesión que el rival, excepto en el tercer y cuarto puesto contra Croacia, disparó en cada partido las mismas o más veces a puerta que su oponente. Fue llegar y besar el santo lo de Regragui. Sería el técnico que jamás diríamos que cogió al equipo más tarde que los otros 31, por lo trabajado que se mostró. Coherente con sus limitaciones y fortalezas, salvo, por momentos, contra Francia. Y con mucho corazón. Ambas cuestiones con Walid como artífice.

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