La velocidad de crucero se define como aquella que es constante y uniforme, que puede llevar una aeronave en condiciones normales sin sufrir perturbación o variación. Pocas descripciones encajan mejor actualmente con el rumbo que ha tomado el Valencia Basket de Álex Mumbrú. Los taronja sufrieron en su regreso a la Euroliga la temporada pasada, la primera del ex de Bilbao en el banquillo. A pesar de que se vivieron tiempos convulsos en La Fonteta tuvieron la sangre fría y mantuvieron al técnico en el puesto.
Valencia ha realizado un buen mercado estival con el que ha dado un salto de calidad tremendo. Lo principal fue retener a su estrella —Chris Jones— que ha desarrollado un vínculo especial con la ciudad y el club. Además, han aterrizado jugadores veteranos con amplia experiencia en Euroliga para complementar a un roster joven y con proyección. Una combinación perfecta que ha desarrollado un equipo que se ha instaurado como uno de los más sólidos de Europa. Lo que ha repercutido también en la venta de entradas.
No hay palabras para definir el ambiente de ayer. Así que sólo nos sale deciros:
𝙁𝙊𝙉𝙏𝙀𝙏𝘼, 𝙂𝙍À𝘾𝙄𝙀𝙎! 🧡
¿Seguimos? 😊 pic.twitter.com/8Z5J8jYBJY
— Valencia Basket Club (@valenciabasket) October 30, 2023
🏀 Chris Jones y Brandon Davis dirigen el cotarro
Chris Jones desembarcó en la ciudad del Turia el 27 de junio de 2022 procedente de ASVEL Villeurbanne. Con su fichaje Valencia Basket daba un golpe sobre la mesa al hacerse con los servicios de uno de los bases más cotizados del viejo continente. El texano venía de promediar 13,1 puntos y 3,6 asistencias en la Euroliga con los de Lyon, números suficientes para que cualquier conjunto top de la máxima competición europea hubiera acometido su contratación.
Antes del ASVEL tuvo un paso por el Bursaspor turco con el que jugó la Eurocup y por Maccabi con el que realizó su debut en Euroliga, aunque en Israel no vivió una buena experiencia. Su adaptación a Valencia Basket fue inmediata. Mumbrú le dio las llaves de La Fonteta y basó su juego en el playmaker de pasaporte armenio. Jones decidió renovar con los taronja pese a que el club se quedó sin títulos y cuya participación en la Euroliga estuvo sujeta a la renuncia final del Gran Canaria.
Jones cumplirá esta campaña 31 años y después de dar varios tumbos por Europa parece que ha encontrado su lugar ideal. En la 2022/2023 se encontró muy solo y aun así consiguió que Valencia Basket entrara en el playoff de la Liga Endesa y se quedó cerca en Euroliga. Este curso, mejor acompañado, ha bajado su producción anotadora para centrarse en hacer jugar a sus compañeros. Realmente sus cifras de puntos son casi idénticas y ahora reparte 4,6 asistencias por noche, que es el récord de su carrera.
Para complementar a Chris Jones, Álex Mumbrú ha convencido a Brandon Davis para regresar a la ACB y vestirse de naranja. Davis a sus 32 años es el pívot perfecto para jugar junto al texano. El ex de Olimpia Milano, Barcelona, Zalgiris y Monaco es uno de los centers más experimentados de la competición. Brandon ha jugado por títulos, por entrar en playoff y por no ser el último de la tabla, pero siempre ha competido al máximo y eso lo han comprobado en la ciudad del Turia.
Brandon Davis casa perfectamente con el estilo con el que Mumbrú y Jones quieren llevar en Valencia Basket. Un pívot capaz de correr la pista, atlético y con mucha facilidad para jugar el pick and roll. El dos para dos que presentan desde La Fonteta se ha convertido en uno de los más difíciles de defender en la Euroliga. La facilidad para finalizar por encima del aro es otro de los motivos por los que optaron por Davis tras la salida de un Bojan Dubljević, que pese a ser una leyenda en Valencia, no casaba con el estilo ni estaba preparado para aguantar al más alto nivel.
🔢 Cifras mareantes para Valencia Basket
Figuras como Semi Ojeleye, Boubacar Toure o Damien Inglis han aumentado la presencia física de Valencia Basket. Jugadores veteranos y físicos que están preparados para correr y descargar de responsabilidades defensivas a sus dos estrellas. Un perfil similar es el de Víctor Claver o del recién llegado Stefan Jovic. El español y el serbio aportan esa experiencia de estar curtidos en mil batallas, que les permite sacar sus últimas gotas de calidad en los momentos precisos.
Estos jugadores facilitan a su vez que los jóvenes no se vean con la obligación de rendir todos los partidos. Jaime Pradilla y Josep Puerto tienen esa libertad para continuar su formación con minutos y sin responsabilidad. Algo que la pasada temporada Mumbrú no les pudo brindar sin que sus días aciagos perjudicaran al equipo. Y es que este curso Valencia Basket es una máquina de competir. Los taronja suman 17 victorias y tan solo 2 derrotas con las que presentan uno de los mejores balances del continente europeo.
Tan solo el Real Madrid, que se mantiene con el 100%, la sorprendente Virtus de Bolonia (92%) y el Monaco (86%) tienen un porcentaje superior al 83% de éxito con el que los valencianos avanzan a su velocidad de crucero. Álex Mumbrú ha sentenciado a los pocos críticos que aprovecharon que el roster cojeaba para atacarle. Valencia supera, por mucho, a gigantes como Barcelona (69%), Olympiacos (73%) y Fenerbahçe (77%).
Valencia Basket debe ahora tener la misma sangre fría que tuvo en el pasado cuando lleguen las vacas flacas, que llegarán. En baloncesto no se gana con una temporada regular de matrícula, hay que ser el mejor en el último partido, ya que, sino lo anterior no servirá para nada. Y si no que le pregunten a los Golden State Warriors del 73-9 que en 2016 claudicaron en el último choque del curso frente a los Cleveland Cavaliers de LeBron James.
