La eliminatoria entre el PSG y el Barcelona de los cuartos de final de la Champions League supondrá el reencuentro de varias caras conocidas y el recuerdo de partidos épicos en Europa, como el 6-1 de 2017 en el Camp Nou. Desde la llegada de Ronaldinho a París para luego triunfar en el Barça y, sobre todo, con el aterrizaje de Nasser Al-Khelaïfi, el fútbol ha recobrado importancia en la capital francesa. Y todos anhelan poder ganar la Copa de Europa. El PSG ha construido un equipo hecho a base de talonario para reinar en el continente. De momento, lo más cerca que han estado fue la final perdida en 2020 ante el Bayern de Múnich.
Y no será por intentarlo. La inversión de los parisinos ha sido mayúscula. Por el Parque de los Príncipes han desfilado los mejores jugadores del planeta. Y eso incluye a Neymar y Messi, dos futbolistas con pasado azulgrana. Es más, ‘Ney’ sigue siendo el fichaje más caro del mundo del fútbol: 222 millones de euros. En sustitución del brasileño, el Barça fichó a Ousmane Dembélé. Un futbolista que, contradiciendo a las expectativas generadas, pasó por el Camp Nou de puntillas. Salió por la puerta de atrás rumbo a París. Allí se ha encontrado con Luis Enrique, que teniendo sus más y sus menos con la estrella del club, Kylian Mbappé, ha hecho del ‘mosquito’ un arma silenciosa, pero que activa los mecanismos más temibles del cuadro parisino. Dembélé vuelve a brillar. Esta vez en la ciudad del amor.
🦟 Menos vistoso, pero más punzante
Este nuevo enfrentamiento entre el PSG y el Barça supondrá el duelo en los banquillos entre Xavi y Luis Enrique, compañeros los dos en el Camp Nou, la imagen morbosa para los madridistas de ver a Mbappé enfrentarse a su eterno rival y la foto de Ousmane Dembélé ante sus antiguos amigos de vestuario. Arnau Tenas también tiene pasado azulgrana. «En términos de desequilibrar a los oponentes, driblar y generar espacios, es un jugador excepcional». Estas palabras las pronunció Julien Stéphan, entrenador del Rennes, cantera de la que salió el extremo francés, después del duelo de su equipo ante el PSG. Los parisinos ganaron por 1-0 en las semifinales de la Copa de Francia, con gol de Mbappé, aunque el goleador no era el foco de preocupación para el técnico. «Si hubiera rematado mejor, ya podría haber ganado un Balón de Oro», sentenció Stéphan hablando de Dembélé.
Sobre el papel, los números de goles y asistencias de Dembélé no han iluminado al mundo desde que fichó procedente del Barcelona. Ha logrado marcar 1 gol y ha dado 13 asistencias en 34 apariciones. Pero eso no refleja su influencia en el PSG. La palabra que acompaña siempre al extremo es el desequilibrio. Es impredecible con el balón, combina su regate con una velocidad endiablada y, lo mejor, todavía ni él mismo sabe si es diestro o zurdo. Tiene un control exquisito del balón con ambas piernas. Su tarea pendiente sigue siendo el gol, pero eso no quita que, en sí mismo, sea un generador de goles.
Según datos de FBRef, Ousmane es el jugador del PSG con mayor cantidad de conducciones progresivas (204), traslados al último tercio del campo rival (138) y el que más pases progresivos recibe cada 90 minutos (15). En cuanto a la generación de ocasiones, es el que más destaca en esto, con 22, dejando atrás a Mbappé y Vitinha (17). También es el que más pases da por partido que acaban en gol (1,02), más pases clave consigue (69) y más pases cruzados (148) y dentro del área da (70). Por contra, es el jugador del equipo con valores más negativos en cuanto a goles marcados y goles esperados (-4,3).
🏥 Dembélé, con una salud de hierro en París
Aunque su posición más preciada es por la derecha, la versatilidad táctica del exjugador del Barça lo convierte en el activo más valioso de Luis Enrique. Y, sin duda, ha ido de menos a más en la temporada. Está en un equipo francés, ha vuelto a una liga que ya conocía y sus nociones de español le han ayudado a encajar rápidamente en la disciplina del PSG. Todo esto, en una temporada en la que las lesiones le han respetado. Su talón de Aquiles con el Barça ha desaparecido en París. ¿Casualidad?
En Barcelona, participó solamente en el 37% de sus partidos de liga: 127 de 228 choques posibles. En el PSG, ha participado en todos los partidos de la Ligue 1, excepto en cuatro. Su única ausencia por lesión fue por un pinchazo antes de un partido ante el Montpellier. Aunque Luis Enrique también está gestionando sus minutos. Únicamente ha completado cuatro encuentros. Últimamente, todo el mundo mira las caras de Mbappé cuando es cambiado, pero Dembélé es casi un fijo cuando hay sustituciones.
«El que más daño nos hizo fue Dembélé. No sé qué le pasa contra nosotros que siempre juega bien» reconoció Take Kubo, jugador de la Real Sociedad, antes de disputar la vuelta de los octavos de Champions League en el Reale Arena ante el PSG. Valoraba el duelo de la ida y destacaba a Dembélé, aunque los goles fueron de Mbappé y Barcola. Y es que hasta el primer tanto de Mbappé a la salida de un córner, la Real estuvo sólida en el Parque de los Príncipes. Pero el ‘mosquito’ fue un dolor de cabeza jugando de ‘10’. Fue el generador de las contras de los parisinos con sus conducciones y pases, siempre encontrando al compañero en carrera. El PSG pudo sentenciar en la ida, y Dembélé fue el gran culpable.
El francés se encuentra en uno de sus mejores momentos, tanto físicamente, como psicológicamente. El Barça no esperaba perderlo el verano pasado. Y menos por solo 50 millones de euros. Xavi fue su gran valedor en Barcelona y ahora estudia la forma de pararlo en la vuelta del club azulgrana a unos cuartos de fina de la Champions League. Aunque Ousmane no es el único peligro de cuadro francés, quizás es el más especial de todos.