Son tiempos prósperos para el fútbol luso de clubes. Especialmente, para el Benfica, líder destacado de la Primeira Liga y que apenas ha perdido dos partidos en lo que va de 2022/2023. Curiosamente, ambos ante el Sporting Clube de Braga, uno en la competición de la regularidad y otro en la Taça de Portugal, motivo por el que ya no opta al triplete.
Porque, visto lo visto y pese a venir desde la ronda previa, no es tan descabellado pensar en que pueda ganar la Champions, cuando es el equipo que más goles ha marcado: 16 en seis encuentros de fase de grupos y 7 en los dos de octavos de final frente al Club Brugge. Así llega a este tramo de la temporada. Todo ello, después de vender a dos de sus mejores jugadores y de tener el club saneado. Casi nadie se reinventa tan bien como ellos.
💰 Un Benfica vendedor
La entidad lisboeta es uno de esos clubes acostumbrados a buscarse la vida cada verano, o cada invierno, para remodelar su plantilla cuando pierde a alguno de sus mejores futbolistas. Lo que le sucede al Ajax, Salzburg o Porto, planteles de escalón intermedio que, si fuesen capaces de retener el talento, dominarían el continente. Los últimos en abandonar Da Luz por un precio que ronda o, incluso, supera los 100 millones de euros, han sido Darwin Núñez y Enzo Fernández. Los dos traspasos más caros de su historia, tras el de João Félix al Atlético de Madrid en 2019. El charrúa, antes de comenzar el curso y, el argentino, a mitad de otra temporada de ensueño para los encarnados.
Enzo Fernández se marchó al Chelsea el último día del marcado de invierno por 121 millones de euros que le convirtieron en el centrocampista más caro de la historia, y también la incorporación más costosa de la Premier League.
💱 Su política de fichajes
Lo más meritorio de todo, es que el Benfica rara vez firma jugadores de mediana edad que se encuentren en el mejor momento de su carrera. Los pilares de su proyecto son tres grandes tipos de incorporaciones: jugadores jóvenes y/o desconocidos con proyección, veteranos o perfiles estancados que busquen reencontrarse y el salto directo a la primera plantilla desde su cantera, una de las mejores de todo el futbol europeo. En esto último, llaman la atención casos como los de Gonçalo Ramos o Antonio Silva, dos titulares indiscutibles que hace nada estaban en categoría juvenil y que vienen de representar a la absoluta de Portugal en el Mundial.
🦖 Menos mal que eran dinosaurios
Reseñable es también el segundo caso, de futbolistas de los que se decía que estaban acabados y a los que Roger Schmidt tiene orquestando la defensa y el ataque del equipo revelación de esta Champions. En la retaguardia, Nicolás Otamendi, a sus 35 años recién cumplidos y un Mundial recién ganado tras dar varias cátedras de resistencia y oficio. Un líder, plagado de determinación en los duelos, balones divididos o anticipos, ideal para defender el área cuando el rival más apedrea el rancho benfiquista.
Pero, para surrealista, el caso de João Mário, que llegó libre en agosto de 2021 y que es prácticamente el jugador de élite que más goles lleva en 2023. Sí, como lo oís. Ni Mbappé, ni Haaland, ni Benzema, ni Lautaro Martínez superan su decena de goles en los primeros 13 partidos del año. Rashford, Ben Yedder y Osimhen son los únicos que pueden mirarle por encima del hombro, aunque haya que matizar que el 40% de las dianas del treintañero portugués son de penalti. En cualquier caso, se trata de un centrocampista ofensivo de formación, que ahora actúa en tres cuartos de campo y no como un ‘9’.
🎸 Un técnico capaz de hacer que se tiren por un puente
Otra de las claves de su éxito está en el tipo que tienen para dirigir ese banquillo. Roger Schmidt es un amante del rock & roll con balón, experto en convencer y exprimir al futbolista para que rinda al 100% de sus posibilidades o cerca de ello. Ya estuvo a punto de dar la campanada en la Champions League 2014/2015 ante el Atlético de Madrid vigente subcampeón de Europa, que tuvo que recurrir a la tanda de penaltis para eliminar al equipo de las aspirinas, que más bien lo que daban es dolor de cabeza. Salvo Çalhanoğlu o Heung-min Son, ningún futbolista de aquella generación triunfó en la máxima élite.
Otro equipo al que convirtió en un hueso duro de roer fue al PSV Eindhoven el curso pasado, hasta el punto que le ganó las dos últimas finales al Ajax de Erik ten Hag: 4-0 en la Supercopa y 2-1 en la copa neerlandesa. Eso, por no hablar de que metió al equipo en los cuartos de final de Conference League, con actuaciones salvajes de Cody Gakpo o Noni Madueke, a los que hizo crecer a pasos agigantados.
Su currículum dice que esa es su especialidad, coger a potenciales equipos revelación con una mezcla de jugadores jóvenes y algún veterano de guerra, como Eran Zahavi en la 2021/2022, y dinamitar las competiciones cortas. Ojo con decir que este Benfica es la cenicienta de la Champions, que lo de escupir hacia arriba nunca fue una buena idea.