José Luis Mendilibar puede volver a ganar un título europeo tras coger a su equipo en llamas a mitad de temporada. Lo hizo con el Sevilla en 2023 y lo puede repetir con Olympiacos en 2024. No sería lo más lógico, aunque tampoco lo fue hace un año. Pase lo que pase, desde el club ya valoran como un exitazo su papel en la Conference League y la afición idolatra a uno de los técnicos más puros que quedan en el mundo del fútbol. Pasional, intenso, aguerrido. Así es su equipo, uno que se ha tatuado su sello en poco tiempo. Y por si no fuera suficiente, la generación juvenil también viene haciendo ruido en las inferiores. Así es el momento que atraviesa el equipo más laureado de Grecia; un gigante en crisis, pero con espartanos como para protagonizar la mayor gesta continental de la temporada.
😏 Mendilibar como terapeuta soñador
El último año ha sido una montaña rusa de sensaciones para el técnico vasco. Cogió al Sevilla cerca del descenso, terminó la campaña a cuatro puntos de puestos europeos y le clasificó para la Champions tras ganar la Europa League contra todo pronóstico, pese a ser su competición fetiche. Tumbó a Manchester United, Juventus o Roma por el camino y, lo que es más importante, se ganó el cariño de la hinchada hispalense. Aun así, eso no fue suficiente para construir un proyecto propio. Sí comenzó la 2023/2024, pero fue cesado a las primeras de cambio por los mejorables resultados de un cuadro andaluz que, sin él, no hizo más que empeorarlos y quedó eliminado de la máxima competición continental sin peña ni gloria.
En este contexto, José Luis Mendilibar aceptó su primera oferta fuera de España, y a la vista está que ha acertado de pleno. Sustituyó a Carlos Carvalhal, el antiguo estratega del Celta, quien no había sido capaz de sacarle demasiado partido a una plantilla con muchas posibilidades como la de Olympiacos. A Evangelos Marinakis, ambicioso dueño del equipo heleno, no le tiembla el pulso y prueba de ello es que en las últimas dos temporadas han pasado hasta siete entrenadores diferentes, todos ellos afines al fútbol ibérico: Pedro Martins, Carlos Coberán, Míchel González, José Anigo, Diego Martínez, Carlos Carvalhal y el propio José Luis Mendilibar. Influye que Antonio Cordón sea el director de deportes del club, compartido con el Rio Ave y el Nottingham Forest; así como que Darko Kovačević, el exdelantero de la Real Sociedad, sea el director deportivo de Olympiacos.
En el momento que llegó Mendilibar, el equipo de El Pireo marchaba cuarto en la Superliga griega, a nueve puntos de la cabeza, ocupada por el PAOK entonces. Su irregularidad en el campeonato doméstico se mantiene y ahora Olympiacos sigue en cuarto lugar, a ocho unidades del Panathinakos, líder tras ganarle (1-3) el duelo ateniense de tan incendiaria rivalidad. Sin embargo, con semejante inestabilidad, se ha convertido en la revelación de una Conference League que, para más inri, celebrará su final en Atenas. El camino a las semifinales no ha sido fácil, para ello tuvo que superar (2-0 global) al Ferencvaros húngaro en dieciseisavos, al Maccabi Tel Aviv en una eliminatoria preciosa de octavos que ganaron (1-4) los de Robbie Keane en la ida y que remontó (1-6) el equipo de ‘Mendi’ en la vuelta, y al Fenerbahçe en la tanda de penaltis (3-3) de cuartos de final.
Por si fuera poco, en plantilla también encontramos a varios ilustres del fútbol ibérico, con tres españoles como Vicente Iborra, Quini y Fran Navarro, y a unos cuantos portugueses como Rubén Vezo, João Carvalho, Chiquinho, André Horta, Gelson Martins, David Carno (angoleño de ascendencia lusa) o Daniel Podence, un icono del club que ya guio a los octavos de final de la Europa League 2020. Todo ello sin olvidar a dos marroquís en ataque, como Ayoub El Kaabi y Youcef El Arabi, y a tres de esos trequartistas como Giorgos Masouras, Kostas Fortounis y Stevan Jovetić, con mucha más calidad que consistencia, muy enchufados en este tramo de curso por Mendilibar.
🇪🇺 Olympiacos también es la revelación de Youth League
No contentos con su revelación en Conference League, Olympiacos también ha emulado el hito del AZ Alkmaar 2022/2023. El curso pasado, los neerlandeses alcanzaron la penúltima instancia de la tercera competición europea de clubes, y se llevaron de calle la Youth League. Ahora, Olympiacos ha hecho lo propio, tras vencer con contundencia (3-0) en la final al Milan de Ignazio Abate, excapitán del primer equipo rossonero.
De esta forma y contra todo pronóstico, el cuadro griego se ha convertido en el décimo campeón de la Youth League, el octavo diferente ya que Barça y Chelsea ganaron dos ediciones cada uno. El resto corren a cago de Real Madrid, Salzburgo, Benfica, Oporto y el propio AZ. Ningún griego había logrado un trofeo antes. Para alcanzar la final de la Champions juvenil, el Olympiacos ha superado en la Ruta de Campeones nacionales al Lecce italiano y al FK Qäbälä azerí, antes de eliminar al Inter (*0-0), Lens (*3-2), Bayern (1-3) y Nantes (*1-0) en las eliminatorias previas a la final. Tres de las cuatro llaves, en la tanda de penaltis, lo que convierte a Anxhelo Sina en una de sus mayores figuras.
El vencedor, como no podía ser de otra forma, tiene a varios jugadores que han destacado en la presente edición de la Youth League. Comenzando por su portero parapenaltis Anxhelo Sina (2004), artífice de varias clasificaciones del equipo heleno tras ganar hasta tres tandas de penaltis. Y terminando por Charalampos Kostoulas (2007), quien, a sus 17 años, ya sido un ‘9’ muy difícil de contener por su movilidad, sus apoyos sobrados de clase y la determinación al espacio o en el área rival que le ha llevado a marcar cinco goles. Secundado por Antonis Papakanellos (2005), un ’10’ bastante autosuficiente, que puso la creatividad, pausa y visión de juego.
Otro candidato a estrella es Christos Mouzakitis (2006). Con apenas 17 años no ha sido solo un centrocampista de brega y recorrido, sino que también ha aportado el punto de calidad para proponer en la medular y una llegada soberbia al área rival. Es el tercer máximo goleador de la Youth League, de hecho, con seis dianas. Aunque para gol escandaloso, el de Theofanis Bakoulas (2005), omnipresente, un perro de presa en la sala de máquinas que tampoco escatimaba en esfuerzos para asomarse al área rival. Todo ello, sostenido por tres centrales sólidos, entre los que ha destacado sobremanera Isidoros Koutsidis (2004), el baluarte defensivo de un equipo que ha hecho historia y que sueña con el doblete para estrenar su palmarés europeo a lo grande.
Hasta este 2024, el único equipo griego que había rozado un título continental de clubes (sin contar la increíble Eurocopa de 2004) era Panathinaikos, su rival histórico, que alcanzó la final de la Champions League de 1971. Cruel desenlace para aquel mítico equipo, dirigido por Ferenc Puskás, que perdió en Wembley ante el Ajax de Rinus Michels, con Johan Cruyff vestido de corto.