⚽ Fútbol internacional

Luis Enrique se transforma en París: el PSG, antítesis de ‘su’ España

En un arrebato de personalidad, Luis Enrique Martínez ha mandado un mensaje tajante al fútbol español. Sobre todo, a aquellos que le consideran un prisionero de la idea prestablecida que mostró con ‘La Roja’. Sus primeros partidos en París evidencian que es un estratega mucho menos rígido de lo que se dice, dispuesto a abandonar parte del fútbol que caracterizó a su selección para potenciar a Mbappé y el resto de estrellas con las que cuenta en un PSG que ha realizado hasta doce fichajes este verano, con un precio de unos 430 millones de euros. Compensa un poco la inversión la venta de Neymar, que deja 90 de los 150 que se ingresan en las arcas del Parc des Princes.

Luis Enrique y el PSG: una relación basada en partidos memorables

🤥 Un 1-4-3-3 mentiroso

La disposición táctica del PSG parece la misma a la que consideraba intocable Luis Enrique como seleccionador de España. Pero, en la práctica, tiene bastantes matices. Los jugadores de confianza para el eje de la zaga parecen Marquinhos y Škriniar, mientras Lucas Hernández parte como lateral izquierdo bajo que no se prodiga demasiado al ataque. Diferente a lo visto con Jordi Alba, José Luis Gayà y compañía, pero coherente con las características del ex del Atlético y del Bayern. No tanto como con Achraf Hakimi, que hace lo propio en el flanco diestro. El marroquí, siempre potente al espacio y con pulmones para repetir esfuerzos, llega más que Lucas al área rival, pero asume mucha más cuota de balón en campo propio de lo que lo hacía con Christophe Galtier. Por ello, Ousmane Dembélé cuenta con muchas situaciones de uno contra uno por delante, sin que sus compañeros le acerquen rivales a su zona.

Arnau Tenas PSG

Arnau Tenas no ha debutado aún en partido oficial con el PSG. Lee Kang-in comenzó como titular, pero ha perdido protagonismo en los siguientes partidos.

La gran diferencia en lo que a posicionamiento se refiere está en el centro del campo, compuesto por Manuel Ugarte como pivote único, recién llegado desde el Sporting CP, y por los jóvenes Warren Zaïre-Emery y Vitinha. A diferencia de lo que acostumbraban a realizar con España los interiores como Pedri, Gavi o Carlos Soler (suplentes él y Fabián por ahora en el PSG), estos tienen ahora un radio de acción más amplio. No se limitan a esperar el balón entre líneas, sino que en ocasiones descienden a la base cuando el rival presiona su salida de balón; o, en el caso del luso, compensa la posición de Mbappé. Es decir, que cuando la estrella del equipo interioriza su posición, es Vitinha quien abre el campo por la izquierda. Al igual que cuando, a la hora de defender, Kylian se empareja con un central del otro equipo. En esas situaciones, el dibujo se asemeja más a un 1-4-2-2-2.

🙀 Asensio y Mbappé comandan un ataque temible

Por delante no hay una referencia ofensiva fija. Marco es el teórico ‘9’, aunque, en la práctica, Mbappé y él intercambian alturas y combinan en la doble punta. Asensio ya ha marcado goles de bella factura desde la frontal del área, zona desde la que más puede amenazar con su zurda. Luis Enrique, consciente de ello, trata de acercarle ahí.

Gonçalo Ramos al PSG: ¿heredero o compañero de Neymar y Mbappé?

Al menos, en este momento de la temporada, a la espera de ver qué sucederá cuando Randal Kolo Muani, Gonçalo Ramos y Bradley Barcola, que han costado 95, 80 y 45 millones de euros respectivamente, se integren a la dinámica del primer equipo. El fondo de armario del PSG 2023/2024 es otra dimensión respecto al curso pasado, dentro de que, Mbappé a un lado, ya no hay ningún talento generacional para decidir partidos como lo hacían Leo Messi y Neymar Jr. Julian Draxler y Hugo Ekitiké, que sonaron con fuerza para salir, se mantienen en el club, aunque parece que bajo un rol residual.

🧑‍🏫 El tiki-taka, diferente en el PSG

Ya conocemos la rotación, quiénes juegan y dónde lo hacen. Ahora falta el cómo, que es una de las mayores sorpresas de Luis Enrique. La puesta en escena es mucho más parecida a la del Barcelona que ganó la última Champions League en 2015, con el técnico asturiano como estratega y la ‘MSN’ arriba, que a la de su España. La premisa es clara: salir tocando desde atrás, pero con un matiz antagónico a lo que se vio en la selección. Allí la idea era viajar juntos, asentar el bloque lejos de la portería de Unai Simón y recuperar lo más rápido posible la posesión tras pérdida para mantener el dominio territorial en campo contrario. Ahora, los primeros pases son pretenciosos, un cebo para que el adversario se estire, dé un paso en falso y, a partir de ese momento, el PSG pueda romper líneas y correr.

Guía de la Ligue 1 2023/2024: aires de cambio en Francia

Por tanto, el volumen de posesión es bastante inferior, es una tenencia de pelota diferente. Propositivo, pero muy vertical. Lógico si se tiene en cuenta que sus ocho atacantes son especialmente dañinos al espacio, aunque algunos como Dembélé, Barcola y Mbappé cuenten también con una finura y recursos técnicos para marcar diferencias en partidos cerrados, en los que el oponente se blinde muy atrás. Por el camino, el PSG pierde control y su presión tras pérdida es mucho menos eficaz por lo lejos que están unos jugadores de otros. Son peajes a pagar por la intención de hacer el campo largo y ancho, y de querer transitar o salir directo de forma más recurrente. Con tanto talento, el intercambio de golpes debería sonreírle en el contexto de Ligue 1. Otro gallo cantará, o no, está por ver, en la Coupe de France y la Champions League, el eterno sueño de la ciudad del amor.

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