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Segunda división

El exitoso y polémico modelo del Mirandés: «Es la única manera de subsistir»

Iván Martín, Nicolas Jackson, Rodrigo Riquelme, Sergio Camello, Juanlu Sánchez, Beñat Prados, Raúl García de Haro, Jon Guridi… Son muchos los jugadores asentados en la primera división del fútbol español que se han curtido en el Mirandés. Lejos de ser canteranos, todos llegan cedidos, lo que resulta un arma de doble filo y deriva en una pregunta sobre la que reflexionar: ¿merece la pena disfrutar de futbolistas con mayor nivel, a pesar de no generar un patrimonio propio?

🤔 El precio a pagar por hacer historia

Así es el modelo que ha escogido la dirección deportiva del Mirandés a lo largo del último lustro. Y a la vista está que los resultados son los mejores en los 96 años de vida del club. Tiene bastante historia, pero no ascendió a la tercera división del país hasta 1977. En la categoría de plata debutaría en 2012 y, doce años después, podemos comprobar como los burgaleses se han asentado ahí. Diez de esos cursos los han disputado en Segunda División, divididos en dos lapsos de cinco temporadas cada uno. Desde el último ascenso no han pasado demasiados apuros para sellar la permanencia, incluso, lo que nos puede llevar a afirmar que está en el mejor momento, al menos por estadísticas.

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Pablo Infante celebra junto a la afición del Mirandés su inolvidable gesta en la Copa del Rey 2011/2012.

Sin embargo, esto choca con otra realidad. Ya no está la cuadrilla liderada por Pablo Infante, el cabecilla de aquel revolucionario e histórico equipo que en la 2011/2012 alcanzó las semifinales de Copa del Rey, tras eliminar a tres planteles de enjundia como Villarreal, Racing de Santander y Espanyol. Ahora, el Mirandés no tiene jugadores tan simbólicos para Anduva, pero sí puede presumir de ver en la elite a muchos de sus apadrinados estos últimos años.

🚀 Mirandés, el mejor trampolín para llegar a Primera

El cuadro de Miranda de Ebro nunca ha jugado en el máximo nivel del sistema español. Sin embargo, cuando te paras a mirar de dónde vienen las nuevas generaciones de la liga, el Mirandés aparece muy arriba, como uno de los mejores clubes formadores del país. Y también como uno cuya cantera no ha formado a ningún futbolista de renombre. Bonita paradoja, que se contextualiza de la siguiente manera: el Mirandés se aprovecha de su buen ojo para detectar el talento y se nutre con los jugadores de equipos de élite que demandan un paso intermedio para consagrarse en la primera plantilla. En eso, es referente.

Mucha culpa de ello, en el buen sentido de la expresión, la tiene Chema Aragón, quien llegó en 2018 a la directiva. Aún no como director deportivo, puesto que ocupaba Jesús Seba, sino que se dedicaba más bien a viajar por los estadios, principalmente españoles, y ojear a los futbolistas que cambiarían después la realidad del club. Así lo relata Unai Sánchez, entrenador de fútbol y aficionado cercano al Mirandés.

«El equipo venía de descender ese año y estuvo cerca de recuperar la categoría de plata, con Pablo Alfaro de entrenador, pero en los playoff no lo consiguió. Jesús Seba se marchó como ayudante de Roberto Martínez en la selección belga y Chema Aragón heredó la dirección deportiva en la 2018/2019. Con él llegó también una decena de jugadores cedidos como Matheus Aiás (Watford), Jon Guridi (Real Sociedad) o Claudio Medina, que venía de marcar muchos goles en el filial del Sporting de Gijón», recuerda Unai sobre el comienzo de esta nueva era. Esa misma campaña, el Mirandés viviría el retorno a Segunda división, dirigidos por Borja Jiménez.

Carlos Martín hace olvidar a Raúl García en el Mirandés

No sería ese técnico el que comandaría el proyecto al año siguiente, tras su salida al Asteras Tripolis griego. A cambo llegó un ilustre como Andoni Iraola y, con él, el modus operandi se mantuvo en la 2019/2020: firmar jugadores cedidos, como los propios Matheus Aiás y Jon Guridi, quienes repitieron préstamo, además de incorporar a Martín Merquelanz y Modibo Sagnan (Real Sociedad), Antonio Sánchez (Mallorca), Mickaël Malsa (Albacete), Íñigo Vicente (Athletic Club), Enric Franquesa (Villarreal) o Marcos André (Valladolid).

Fueron hasta once cesiones las que recibieron, claves una vez más para remontar el mal inicio de temporada y para alcanzar otras semifinales de Copa del Rey, ya con el nuevo formato de competición. Unai cree que aquello, por bonito que fuera, truncó el ascenso a Primera división: «Estoy convencido de que si el Mirandés no hubiera llegado tan lejos en Copa, habría disputado el playoff para subir a Primera. Recuerdo una racha de empates en enero y febrero que delataba que era un equipo muy difícil de batir, pero con el calendario mucho más apretado que el resto y, por consiguiente, plagado de lesiones».

Andoni Iraola también se marchó tras aquel temporadón. Sonó mucho para entrenar al Mallorca, pero al final se uniría al Rayo Vallecano, con el que escribiría historia en Vallecas. También había ojo para contratar técnicos con futuro. Sin ir más lejos, su sucesor en la 2020/2021 fue José Alberto López, el actual técnico que tanto bien le ha hecho al Racing de Santander. ¿La confección de plantilla? Más de lo mismo. Llegaron cedidos Dani Vivian (Athletic Club), Víctor Gómez (Espanyol), Iván Martín y Nicolas Jackson (Villarreal), Javi Muñoz (Alavés), Juan Berrocal (Sevilla) o Pablo Martínez (Levante). De nuevo fue un éxito, porque el Mirandés, con otros 14 préstamos, no sufrió para mantenerse en Segunda pese a contar con uno de los presupuestos más bajos de la categoría.

Los secretos del éxito de Joseba Etxeberria: «Pronto entrenará en Primera división»

José Alberto López también dejó el equipo, prueba de que el hándicap del Mirandés no solo estaba en cambiar más de media plantilla año tras año, sino también en encontrar al técnico ideal. Por suerte, Chema Aragón continuaba a los mandos. La excepción en el banquillo fue la de ‘Lolo’ Escobar, el nuevo estratega, que fue cesado. Unai Sánchez argumenta que más allá del funcionamiento del equipo, no consiguió congeniar con Anduva, algo extraño en este club. «Es habitual ganarse a la grada con facilidad». Joseba Etxeberría fue su sucesor, decisión probablemente inspirada en el éxito de Iraola.

Fue un año con otro puñado de caras conocidas en la plantilla: Rodrigo Riquelme y Sergio Camello (Atlético de Madrid), Jorge Sáenz (Valencia), Sergio Carreira (Celta), Íñigo Vicente (Athletic Club), Anderson Arroyo (Liverpool) o Alejandro Marqués (Juventus). En total, 15 cedidos y 8 incorporaciones con la carta de libertad, como la de César Gelabert, que por desgracia se rompió el cruzado. Equipo completamente nuevo, una vez más.

Mirandés Ivan Martín

Iván Martín, estrella del Girona; o Rodrigo Riquelme, ahora en el Atlético de Madrid, se curtieron en Miranda del Ebro.

La última temporada de Chema Aragón en el club sería la 2022/2023, aunque su filosofía de préstamos se mantiene sin él. También la paciencia en los entrenadores, como ya comentábamos. El curso pasado se renovó a Joseba Etxeberría, pese a que meses antes se hablaba mucho de que podría ser cesado. Hizo un gran bloque cuando llegó a mitad de temporada, pero estuvo discutido tras 11 jornadas, en descenso y a cinco puntos de la salvación. ¿Los jugadores que han llegado recientemente a Primera después de despuntar en el Mirandés? Juanlu Sánchez (Sevilla), Beñat Prados (Athletic Club), Raúl García De Haro (Betis) o Javi Llabrés (Mallorca).

La fórmula de captación de talento parece no tener fin. Tal vez no sea idílica, pero sí eficaz. Así lo argumenta Unai: «Al Mirandés no le queda otra que hacer esto si quiere subsistir en el fútbol profesional. Si firma jugadores por dos o tres años y desciende por accidente, hipotecaría su futuro y correría el riesgo de acabar en la miseria. La afición es consciente de esto. Tal vez esté un poco cansada del modelo, porque es cierto que disfruta de jugadores muy buenos, con proyección para jugar en primera, pero no genera tanto arraigo». ¿Servirá este modelo del Mirandés para marcar un punto de inflexión en la Segunda División de España?

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