Kyrie Irving es uno de los jugadores más especiales de la NBA. Un distinto en muchos sentidos, tanto en el trato que la franquicia, entrenadores, compañeros y casi que aficionados deben tener con él para que se sienta cómodo, como por sus habilidades baloncestísticas, que son de absoluta superestrella. El base de Dallas Mavericks posee el mejor manejo de balón del baloncesto, posiblemente de la historia de este deporte. Al mismo tiempo que su destreza no se pone en duda, su comportamiento extraño, que claramente afecta a su rendimiento si no se encuentra en el contexto ideal, es un factor a tener en cuenta.
Irving fue el mejor escudero que ha tenido LeBron James en su carrera y junto a él alcanzó la gloria en 2016. Tras aquel título, Kyrie buscó demostrar su valía como líder, pero ni en Boston Celtics ni en Brooklyn Nets vivió buenas experiencias. Aunque su magia nunca se apagó, el nacido en Australia y criado en Nueva Jersey no tuvo el impacto en la NBA que se le presuponía después de debutar con Cleveland Cavaliers en 2011. En 2023, después de un extraño movimiento y de no poder reunirse con LeBron James, acabó en Dallas Mavericks, donde ha encontrado junto a Luka Doncic, de nuevo, ese rol de segunda espada que le viene, nunca mejor dicho, como anillo al dedo.
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👶 Kyrie Irving, el hermano menor de LeBron James
Kyrie Irving demostró desde su etapa universitaria que iba a ser uno de los jugadores más importantes de las próximas décadas en la NBA. Se enroló en las filas de los blue demons para jugar bajo las órdenes del mítico Mike Krzyzewski en Duke. Junto a ‘Coach K‘ solo disputó 11 partidos, ocho de temporada regular, en los que volvió loco al mundo, y tres durante el March Madness.
Su actuación con 31 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias, 2 robos y 2 tapones contra los Michigan State Spartans de Draymond Green le bastó para ser el número uno del draft de 2011. Cleveland Cavaliers, que estaba desolado tras la pérdida de LeBron James, hizo una de las peores temporadas de la historia y se quedó con Kyrie Irving como su nueva joya de la corona. Kyrie guio en solitario durante tres campañas a los ‘Cavs’, pero sin conseguir clasificarse para los playoff.
En 2014, el hijo pródigo gritó al aire «I’m coming home» y regresó al ‘The Land‘ para luchar por un anillo para la ciudad de Cleveland. Kyrie, lejos de mostrarse molesto, recibió a LeBron con los brazos abiertos, dio un paso a lado y aceptó su rol secundario y jugar para ‘El Rey’. Ambos, junto a Kevin Love, formaron un big three que llegó a tres Finales consecutivas en las que ganó un anillo. Irving se potenció junto a LeBron, ganó el MVP del All-Star en 2014 y se benefició del IQ de ‘Bron’ y Love para aprovechar mejor su eterna calidad.
Kyrie Irving anotó el triple definitivo con el que Cleveland Cavaliers selló la victoria frente a Golden State Warriors en el séptimo partido de Las Finales de la NBA en 2016.
En cierto modo, LeBron fue el hermano mayor de Irving, que le aconsejaba y ayudaba. Sin embargo, Kyrie, como hermano pequeño, sintió esa envidia que le llevó a tomar la mala decisión de separarse de su mentor. Nefasta para Irving y nefasta para los Cavaliers, y seguramente Kyrie desde el primer día que puso un pie en Boston supo que se había equivocado.
🥰 Luka Doncic y una amistad extraña
Su aterrizaje en los Mavericks fue de lo más extraño. El Kyrie Irving de los últimos años, perdido sin estar bajo la tutela de su hermano, no parecía el jugador adecuado para ayudar a Luka Doncic en sus aspiraciones de campeonato. De hecho, Dallas se quedó fuera de playoff tras sus primeros 20 partidos juntos. Una debacle tras la que Irving parecía claro que huiría, pero para sorpresa de la mayoría de aficionados renovó con los ‘Mavs’.
En Dallas, Kyrie ha encontrado el contexto perfecto para explotar su baloncesto. Después de asumir que no volverá a jugar junto a LeBron, o eso parece, Luka Doncic es el sustituto perfecto de ‘The King‘ en el esquema idóneo para que Irving juegue a su máximo nivel. Y es que Dallas es un poco el reflejo de aquellos Cavaliers, donde Luka ocupa ese lugar de LeBron. El esloveno condiciona de forma muy similar las defensas rivales, por no hablar de su capacidad para crear espacios, pasar y encontrar liberados a sus compañeros.
Kyrie Irving se ve reflejado en el de 2016, que con un alero como Luka a su lado, forma una dupla letal e indefendible. Juntos muestran una sinergia que no parecía posible, hasta se les ha visto bromear con una felicidad y tranquilidad en Irving que no se observaba desde hace años. Además, la madurez de Irving a sus 32 años le ha llevado, de una vez por todas, a aceptar que su destino es ser el mejor escudero de todos los tiempos y no un líder del montón. Si está centrado en el baloncesto, y solo en eso, es uno de los mejores jugadores de la NBA.
Junto a su magia y un Luka nivel MVP, aunque no lo haya ganado, Dallas se ha reforzado con los movimientos correctos para juntarles con varios fontaneros, como diría J.J. Reddick, listos para hacerles el trabajo sucio. Daniel Gafford y Dereck Lively forman una pareja de pívots idónea para jugar con ellos, enérgicos en el rebote ofensivo, duros en defensa, correctos para finalizar sobre el aro e inteligentes en los bloqueos. Mientras que P. J. Washington y Derrick Jones Jr. completan un quinteto que arropa muy bien a sus estrellas con triple y energía defensiva.
Irving ha reactivado sus ganas de competir. Es el mejor jugador de todos los tiempos en partidos en los que su equipo tiene que cerrar una eliminatoria de playoff. Siempre que ha alcanzado tres victorias, en el siguiente, ha sumado el cuarto triunfo (13-0). Su inspiración y talento en el clutch son inigualables y es algo que faltaba en Dallas, cultura ganadora. Kyrie, pese a ser más mayor, ha aceptado a Luka Doncic como su nuevo líder y está listo para conseguir junto a él ese ansiado anillo. Su misión es dejar en anécdota a Scottie Pippen para demostrar al mundo que con el compañero adecuado a su lado nadie es mejor escudero que Kyrie Irving.
