El Mundial femenino está listo para brillar. La edición de 2023 será la más grande de la historia. Por primera vez competirán 32 selecciones en un torneo que comenzó con 12 equipos en China 1991, y que se amplió a 16 en Estados Unidos 1999 y a 24 en Canadá 2015. Esta será también la primera edición que se celebrará en dos países de forma simultánea en Australia y Nueva Zelanda, por lo que el campeonato debuta en Oceanía.
Todo será de récord en este Mundial femenino que espera batir todas las marcas. Y si hablamos de hitos, Estados Unidos lidera la lista con cuatro entorchados. Las de las barras y las estrellas defienden de nuevo el título como ya hicieron y conquistaron en Francia 2019 y amenazan con alzarse con su tercer trofeo seguido. Al mismo tiempo será el Mundial con más debuts desde el inaugural, con ocho selecciones que nunca habían participado anteriormente.
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🇺🇸 ¿El mundo contra Estados Unidos?
Estados Unidos puede jactarse de ser el país con más títulos del Mundial femenino en la historia (1991, 1999, 2015 y 2019). Las estadounidenses se convirtieron junto a Alemania (2003 y 2007) y la selección masculina de Brasil (1958 y 1962) en las únicas en defender su trofeo con éxito tras la Segunda Guerra Mundial. El reto ahora es mayúsculo, ya que nunca nadie en la historia, ya sea en masculino o femenino, ha ganado tres torneos de forma consecutiva. El macedonio Vlatko Andonovski se hizo cargo de la selección en octubre de 2019 para continuar con su dominio abrumador, y es que Estados Unidos encadena seis años en lo más alto del ranking FIFA.
Las norteamericanas cuentan con bajas importantes como las de Mallory Swanson, Catarina Macario, Sam Mewis o la veteranísima capitana Becky Sauerbrunn, además de que jugadoras claves como Rose Lavelle, Megan Rapinoe y Julie Ertz han dado un bajón de rendimiento considerable. Las jovencísimas Sophia Smith, Trinity Rodman y Alyssa Thompson, de tan solo 18 años, deberán asumir una responsabilidad para la que quizás no están preparadas todavía, pese a que ya son jugadoras descomunales. Estados Unidos es la máxima favorita: nunca ha quedado más atrás del tercer puesto y amenazan con romper la historia.
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🩼 El dichoso cruzado merma el segundo escalón
Tras las estadounidenses, es el turno de medio continente Europeo. Aunque no están solas debido a que combinados como Japón, Canadá o Australia se pueden encuadrar en el segundo nivel. Es posiblemente el escalón más homogéneo de todo el torneo. Este nivel se iguala mucho más debido a las lesiones. Por desgracia, una de las características principales con las que contará este Mundial femenino son las ausencias de jugadoras importantes, en concreto aquellas que han sufrido una rotura de ligamento cruzado, un inconveniente habitual en fútbol femenino.
La vigente campeona de la Eurocopa, la Inglaterra de Sarina Wiegman, llegaba lanzada como la principal favorita para derrocar a Estados Unidos. Sin embargo, dos de sus estrellas, Beth Mead, segunda en el balón de oro, y su capitana Leah Williamson, serán baja debido a sendas lesiones en el cruzado. La última finalista, Países Bajos, tampoco contará con Vivianne Miedema. La implacable delantera neerlandesa se perderá el torneo con otra lesión grave en la rodilla. Como curiosidad, las tres son jugadoras del Arsenal. Alessia Russo y Jill Roord deberán tirar del carro en ambos combinados.
Francia acarrea un problema similar. Marie-Antoinette Katoto, letal delantera de 24 años del PSG, se lesionó el cruzado hace un año en la Eurocopa y no ha podido recuperarse a tiempo para el Mundial. Las francesas buscarán romper su barrera y luchar por todo con jugadoras como Selma Bacha o Kadidiatou Diani. España, que también sufrió con la rodilla de Alexia Putellas, podría acercarse a este nivel, aunque cuenta con otras bajas como las de Patri Guijarro que atienden a otros motivos.
Alemania es la europea a la que más han respetado las lesiones. Llega entera y como finalista de la última Euro. Defensa sólida, bien bajo palos con Merle Frohms y fuerte en ataque. Lena Oberdorf intentará liderar a las germanas a por su tercer entorchado. Otras europeas que pueden optar a los puestos altos son las selecciones nórdicas. Quizás venidas a menos con el paso de los años, pero habitualmente hay que tenerlas en cuenta. La Noruega de Ada Hegerberg ya sabe lo que es ganar, como hizo en 1995. Suecia con Magdalena Eriksson y Stina Blackstenius o la Dinamarca de la debutante Pernille Harder serán peligrosas.
🇩🇪 Lena Oberdorf = baller 😎
The #WEURO2022 Young Player of the Tournament 👏@DFB_Frauen | #GER pic.twitter.com/VmqbzgJkg0
— UEFA Women's EURO (@WEURO) August 1, 2022
Tras las Europeas, Japón, que levantó el título en 2011, Canadá, especialista en los Juegos Olímpicos y Australia, que juega en casa, quieren asaltar a las del viejo continente. La selección de Futoshi Ikeda se medirá a España en la fase de grupos y cuenta con el liderazgo de Mana Iwabuchi y la calidad de Yui Hasegawa. Canadá, por su parte, estará dirigida por Beverly Priestman en el banquillo y Ashley Lawrence en el campo. Son las vigentes campeonas olímpicas y darán guerra hasta el final. Por último, la anfitriona, con la espectacular Sam Kerr y su mejor plantilla de siempre, dirigidas por Tony Gustavsson, serán un duro hueso de roer y favoritas a todo.
🆕 Ocho debutantes en el Mundial femenino
Filipinas, Haití, Marruecos, Panamá, Portugal, Irlanda, Vietnam y Zambia debutan en un Mundial femenino. Zambia, Irlanda y Portugal pueden dar alguna sorpresa en el inicio, mientras que el resto son selecciones de muy bajo nivel respecto a sus competidoras. Poco se puede esperar de estas selecciones, aunque para todas esas jugadoras estar en Australia y Nueva Zelanda ya es un premio.
Por encima de ellas, cuadros como Italia o Brasil buscarán acercarse al segundo escalón. Las brasileñas cuentan con las últimas gotas de fútbol de Marta Vieira y tienen algunas de sus jóvenes pupilas listas para darse a conocer en el panorama internacional. Las transalpinas mezclan veteranía con juventud y son la viva imagen del salto que está a punto de dar el fútbol femenino italiano.
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En definitiva, la edición más grande de todos los tiempos del Mundial femenino en Australia y Nueva Zelanda 2023 será un auténtico deleite para los espectadores. Se podrán seguir todos los partidos, los estadios estarán hasta la bandera, los patrocinios han impulsado los premios económicos y veremos la calidad de las jugadoras que esperan instalarse definitivamente en los televisores de todo el planeta.