Vuelve la Champions League con los cuartos de final, donde tres equipos españoles, Real Madrid, Atlético y Barcelona, se jugarán su acceso a las semifinales. De todos ellos, solo el Barça disputará la vuelta en casa ante el PSG. El Madrid tendrá que visitar Manchester, mientras que el Atlético viajará al temible Signal Iduna Park de Dortmund. Eso se debe a que la Champions ha entrado en un momento donde impera el sorteo puro. Teniendo en cuenta que los tres conjuntos españoles quedaron líderes de sus respectivos grupos, todos hubiesen tenido el factor campo a favor si prevaleciera su actuación en la ronda previa a las eliminatorias.
El jugar la vuelta de una llave en casa siempre se ha considerado un premio. Tener el público a tu favor y la presión ambiental que puede ejercer la afición al equipo visitante se ha tenido en cuenta para este tipo de resoluciones a doble encuentro. Sin embargo, ¿es tan importante como parece? ¿Es sinónimo de éxito en la Champions League jugar la vuelta de las eliminatorias en tu estadio y frente a tu gente? Repasamos los datos para salir de dudas.
🤔 Adiós al factor doble de los goles… ¿y a la ventaja de visitante?
La Champions League ha sido una de las competiciones futbolísticas más seguidas en los últimos años. Solo hay que ver su expansión e interacción en redes sociales. Además, algunos cambios en el reglamento y en las herramientas arbitrales han seguido aumentando el interés. Una de las variantes más importantes se comenzó a usar en la temporada 2021/2022. A partir de esa campaña se abolió el factor doble de los goles fuera de casa en las eliminatorias. Es decir, el tanto marcado como visitante perdió su multiplicador en cuanto a su importancia para definir las llaves. Antes era necesario replicar el marcador de la ida para llevar una eliminatoria a la prórroga, mientras que ahora si la suma de los goles marcados por cada equipo en los dos partidos es el mismo, el cruce se define en el tiempo extra o en los penaltis.
La UEFA implementó este cambio de norma, vigente de 1965 a 2021, porque el ente no veía apenas diferencias entre jugar como local o visitante. «La mayor calidad de los terrenos de juego, el aumento de las condiciones de seguridad, la mayor atención al arbitraje, una cobertura televisiva más amplia, unas condiciones de viaje más cómodas, un calendario comprimido que impone la rotación de las plantillas, y los cambios en los formatos de las competiciones, son todos los elementos que han afectado a la forma de jugar al fútbol y han difuminado las fronteras entre jugar como local o visitante», resumía la UEFA. Pero, ¿realmente es esto cierto?
¿Cómo se distribuirán los cupos extra para la Champions League?
Desde la puesta en marcha de la norma se han disputado 36 eliminatorias a doble partido. No se cuentan las finales, que son a un único encuentro y en campo neutral. De esos cruces, 25 han sido ganados por equipos que han jugado de local la vuelta. Es decir, el 69,4% de los conjuntos que han resuelto su eliminatoria en casa han tenido éxito. Es un porcentaje alto y que sigue certificando que sí hay diferencia entre jugar la vuelta de local o de visitante. No es una sentencia definitiva, pero los datos reflejan una tendencia. Retrocediendo hasta la temporada 2010/2011, se han jugado 148 eliminatorias a doble partido, y en 98 ha pasado el equipo que jugó la vuelta en casa, siendo el porcentaje de éxito de un 66,21%. Esta estadística aumenta, sobre todo, cuando hablamos de la ronda de octavos de final. A partir de cuartos, los porcentajes se emparejan, pero siguen siendo más altos para los que tienen que definir una llave en su estadio.
Sin ir más lejos, esta temporada siete de los ocho clasificados para los cuartos han resuelto sus partidos en casa. Además, tres lo han hecho remontando. El Atlético dio la vuelta a la eliminatoria en el Metropolitano, tras perder 1-0 la ida ante el Inter, el Arsenal hizo lo mismo en el Emirates Stadium contra el Oporto después de perder 1-0 en Portugal, mientras que el Bayern también remontó un 1-0 en contra en su estadio frente a la Lazio. Solo la Real Sociedad cayó ante el PSG jugando con el factor campo a favor.
🤯 La pandemia fue una excepción singular de la regla
Las ediciones de la Champions League 2019/2020 y 2020/2021 estuvieron marcadas por el Covid-19. Eso trajo consigo varias sorpresas en el torneo. La llegada de la pandemia paralizó algunas vueltas de los octavos de final de la competición. Se tuvieron que disputar en pleno verano y con los estadios a puerta cerrada. Posteriormente, los cuartos, semis y final se jugaron en Lisboa, es decir, en campo neutral, y a partido único. Solo el Leipzig ganó su partido siendo local de los siete que se disputaron hasta ver al Bayern de Múnich como campeón. Ese formato rápido e improvisado dejó el famoso 2-8 para los alemanes contra el Barça.
Kylian Mbappé asalta un Camp Nou vacío en la ida de los octavos de final de la temporada 2020/2021.
La temporada siguiente los octavos también estuvieron marcador por la ausencia de público y porque algunos equipos tuvieron que jugar fuera de sus estadios por las restricciones derivadas del covid-19. En la primera de las fases eliminatorias, siete de los ocho partidos empezaron con victoria visitante, algo sin precedentes en la historia del torneo continental. Solamente el Oporto fue capaz de ganar jugando como local, consiguiendo un 2-1 sobre la Juventus. En total, se cantaron 18 goles visitantes (2,25 por encuentro) y solo seis locales (0,75).
La anterior marca estaba en seis triunfos visitantes, que se produjeron en la ida de los octavos de final de la temporada 2013-2014, que acabaría con el Madrid ganando al Atlético en una final apoteósica en Lisboa. Durante ese periodo de estadios vacíos la anulación del efecto caldera tuvo consecuencias estadísticas. En la liga española, el porcentaje de puntuar para un equipo visitante creció del 53% al 60% durante el confinamiento. La presión se diluyó y con él se difuminó la ventaja del factor campo.
🔎 La clave en la Champions es el resultado de la ida
La estadística muestra que el equipo que juega de local el partido de vuelta tiene un porcentaje más alto de posibilidades de conseguir la clasificación. Pese a esto, otro factor clave es el resultado de la ida. Desde que se disputa la Champions League con el formato actual (1992/1993), de 97 eliminatorias en las que el equipo local perdió el primer partido, solo en cinco, el 5%, se ha remontado. Pero cuatro de esas machadas se han dado en los últimos diez años, lo que sugiere, en cierto modo, una igualdad más patente en el fútbol contemporáneo. En 2011, el Inter levantó el 0-1 ante el Bayern en San Siro con un 2-3 en Múnich.
La edición 2018/2019 dejó bastantes resultados impactantes. El Manchester United remontó el 0-2 del PSG con un 1-3 en París y el Ajax se repuso del 1-2 ante el Madrid en Ámsterdam para poner patas arriba el Bernabéu con un 1-4. En las semifinales de ese año, el Tottenham dejó fuera al Ajax después de perder en Londres 0-1 y ganar 2-3 en un partido loco en el Johan Cruyff Arena. El quinto caso ocurrió en las semifinales de 1996: el Ajax perdió contra el Panathinaikos 0-1 en Ámsterdam y venció 0-3 en Atenas. Salvo estos casos, todos dentro de la época del factor doble del gol visitante, ningún equipo que haya perdido la ida en casa ha conseguido darle la vuelta al resultado en campo contrario. Más datos que refuerzan la posible ventaja de jugar la vuelta en tu estadio.
Por contra, hay muchos más ejemplos que benefician la derrota del visitante en la ida y la posterior remontada en casa. Eso fue determinante, por ejemplo, para que el Madrid consiguiera la Champions League del 2022. Remontó en el Santiago Bernabéu ante el PSG tras perder la ida 1-0 e hizo lo mismo frente al Manchester City en las semifinales tras caer en el Etihad por 4-3. En conclusión, jugar en casa la eliminatoria de vuelta no es definitivo, sobre todo a partir de octavos y teniendo en cuenta el resultado de la ida, pero da más opciones de conseguir la clasificación a la siguiente ronda.
