Real Madrid

Nacho Fernández, el ángel de la guarda que nunca abandona su escudo

¿Tienes problemas? Llama a Nacho. ¿Necesitas un central de emergencia? Llama a Nacho. ¿Tal vez, sea necesario un lateral derecho? Tu hombre es Nacho. ¿Y si el problema lo tengo en la izquierda? Pues eso, que Nacho se encarga de regar las plantas y hacerle la comida a tu hija pequeña, mientras le dice al rottweiler de enfrente que se olvide de pasar por su jardín. Un territorio ambiguo, cuyo rol y necesidad cambia más que Griezmann de peinado, pero siempre vestido de blanco y con la ilusión por ayudar del primer día, intacta.

El hombre para todo se ha medido contra los mejores, cada vez de una cosa, y rara vez ha decepcionado a una afición que seguramente aún no valore al tesoro que tiene. Hagamos memoria:

🤷 Nacho Fernández es un bicho raro

Como esos alumnos que no dan palo al agua durante las primeras semanas del trimestre y después sacan mejor nota que algunos que tomaron apuntes hasta de la tos del profesor. Aunque en su caso la predisposición sea justo la contraria, la de un profesional ejemplar que siempre acató su rol y trabajó en la sombra para salirse del mapa en el día clave. También se parece bastante al policía que acaba con la capa de héroe de las películas en las que, al principio, parece que los malos son mejores tiradores que él. Lo suyo es no bajar nunca la guardia y asegurar que, mientras a algunos les tiembla el pulso en los momentos definitorios, él, incluso, lo afina un poquito más.

Bautizado por Ancelotti como el defensa pesimista, que siempre se pone en lo peor, Nacho Fernández acumula ya doce temporadas en el primer equipo del Real Madrid y ha sido decisivo, por distintas circunstancias y en diferentes demarcaciones, en hasta cinco fases finales de la Champions League. Soberbio en el cuerpo a cuerpo, solvente para repeler balones en el área, aguerrido para anticipar, aplicado para apagar fuegos en acciones límite… Tiene muy pocos peros, aunque el mayor de todos es su exceso de ímpetu en algunas situaciones que requieren interpretar mejor y no morder el anzuelo cuando le sacan de zona. Y ni con esas han sido capaces los mejores delanteros del planeta de retratarle. Más bien fue Nacho quien les puso a ellos en su sitio.

🍽️ Carvajal y Zidane le deben varias cenas

En la primera etapa de ‘Zizou’ como estratega del Real Madrid, Nacho Fernández comenzó a ser el ángel de la guarda en cruces de Champions contra los gigantes del fútbol europeo. Una de las eliminatorias más recordadas fue la de cuartos de final, en la temporada 2016/2017, contra el Bayern. Sin Pepe ni Varane disponibles, el que era cuarto central de la plantilla disputó los 210 minutos de aquella llave, con el reto de secar a un titán como Robert Lewandowski. Pese a que el polaco anotó un penalti en la vuelta, que ayudó a forzar una prórroga que ganaría 4-2 el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, el canterano cumplió con creces.

Nacho Fernández Real Madrid

Nacho Fernández ha ido ganando galones en el Real Madrid hasta convertirse en el jugador con mayor antigüedad de la plantilla y, por ende, en el capitán.

Para muchos, ese fue el nacimiento del central pegajoso al que tan bien se le da minimizar a las estrellas rivales. No fue el único duelo en el que tuvo que aparecer al rescate, porque en dicha Champions, que terminaría con el Real Madrid como campeón de Europa contra la Juventus, también fue decisivo en semifinales. En esa ocasión, entró como lateral derecho por la lesión de Carvajal al descanso de la ida de contra el Atlético de Madrid, en el partido que coronó a Cristiano Ronaldo con un hat-trick.

Como aquello funcionó, la temporada siguiente Zidane repitió la fórmula para paliar la sanción de Dani para la ida de octavos, contra el PSG, a pesar de contar con la opción de alinear a Achraf Hakimi. Quien sufrió entonces al brasas de Nacho fue Neymar. Y, por si fuera poco, se coronó con más minutos en la final de la Copa de Europa de 2018, contra el Liverpool, en la que ingresó por la lesión del propio Carvajal al filo del descanso. Ese día se libró de marcar a Mohamed Salah, también lesionado a la media hora, aunque Sadio Mané se encargó de darle trabajo en la única final de Champions que vivió desde dentro del rectángulo de juego.

👨🏻‍✈️ De ángel de la guarda a capitán del barco

Visto lo visto, Nacho merecía un ascenso y, tras la salida de Pepe, esa oportunidad como tercer central de la plantilla llegó. En la 2018/2019 y la 2019/2020, su protagonismo y el de su Real Madrid del alma, decayó en su competición fetiche, con dos eliminaciones ante Ajax y Manchester City en octavos de final.

Pero Nacho, como siempre, tragó arena y se preparó para librar la siguiente batalla. O las siguientes, porque serían numerosas. En la 2020/2021, de nuevo con Zidane como piloto de la nave, no es que jugase los seis partidos de eliminatorias que disputó el Real Madrid, es que completó todos los minutos posibles. Contra la Atalanta, central izquierdo sustituto de Sergio Ramos en la ida y en la improvisada línea de tres de Zinedine en la vuelta. Contra el Liverpool lideró el eje junto a Militão, en la ida y en la vuelta, con un clásico de liga entre medias, sin Varane ni Ramos disponibles. Fue ahí cuando le presentaron a Salah, otro de los delanteros que le ha sufrido en sus propias carnes. Y, cuando Sergio y Raphaël regresaron en las semifinales contra el Chelsea, Nacho tampoco salió del once de tres centrales que mantuvo Zidane. Ni con agua caliente.

🍔 Ancelotti le debe un bufé libre

Ese verano, con la marcha de Varane, opositó a central titular del equipo de sus sueños y llegó a serlo durante unos meses, aunque la explosión definitiva de Éder Militão le devolvió a su escalón de bronce, el que siempre le fue como anillo al dedo. En la última Champions ganada por el Real Madrid, directamente fue una de las claves en el título merengue: lateral izquierdo en la vuelta contra el PSG, por delante de Marcelo, en un duelo que exigía una remontada; central derecho en la ida y la vuelta contra el Chelsea por la lesión del propio Militão; y central izquierdo en ambos partidos, con prórroga en la vuelta, que se perdió Alaba contra el Manchester City.

Nacho Fernández Haaland Real Madrid City

Nacho Fernández brilló contra Erling Haaland en la histórica victoria, en la tanda de penaltis, del Real Madrid en Mánchester.

El futuro aún esconde qué será del multiusos defensivo más importante en la historia de la Champions, con un contrato que vence en junio. Pero, hasta entonces, Nacho Fernández sigue empeñado en hacer lo que mejor sabe: solucionar problemas. Como entrar de nuevo ante el Liverpool, de lateral izquierdo, a sabiendas de que Salah y Henderson habían bailado a David en la primera media hora… Hasta que a ‘El Pesimista’ le dio la gana de terminar con el carnaval red en Anfield, en su partido 300 con la casaca del Real Madrid.

A decir verdad, ‘Carletto’ nunca ha confiado plenamente en Nacho Fernández, a diferencia de Zidane. Tanto es así, que en su primera temporada como capitán del club de su vida, relegado de nuevo a cuarto central por el fichaje de Antonio Rüdiger, vio como Tchouaméni le quitaba el sitio de la forma más inverosímil. El francés, mediocentro reconvertido a central por urgencia ante las lesiones del ligamento cruzado de Alaba y Militão, adelantó en la rotación a un Nacho que titubeó demasiado a lo largo de la 2023/2024, tras un verano en el que parecía que se iba a marchar definitivamente. Pero Fernández no había dicho su última palabra y, tras la suplencia en la ida de cuartos de final ante el Manchester City, aprovechó la sanción de Aurélien para colarse en el once, marcar un penalti decisivo en la tanda y secar a Erling Haaland, la última ilustre víctima de un central irrepetible.

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