¿Qué debe de tener un futbolista profesional? Muchos convendrán que un dominio innato con el balón y un cuerpo fuerte y resistente para poder desplazarse con velocidad por el rectángulo de juego durante 90 minutos. Es decir, talento y físico. Pero, ¿qué va primero, físico o talento? Unas décadas atrás nadie dudaría en avanzar el talento a toda condición biológica. Ejemplos como Diego Armando Maradona, Ronaldo Nazario, Joan Román Riquelme o el propio Juan Carlos Valerón demostraron que se podía brillar sin tener un cuerpo excesivamente trabajado. Tenían un don innato que marcaba la diferencia.
En cambio, en estos momentos, el fútbol evoluciona hacia un deporte cada vez más exigente. Todo tiende a ir a más: más partidos, más minutos, más viajes, más lesiones… Entonces no es raro ver que el futbolista contemporáneo se asemeja más a un atleta: delgado y musculoso. Hay ejemplos bien fáciles en el imaginario colectivo. Haaland, Mbappé, Bellingham, Camavinga, Hulk, Grealish o el mismo Cristiano Ronaldo son la muestra del cambio en el fútbol. Deportistas que unen a su capacidad con el balón un físico que está al alcance de pocos y que marca la diferencia.
🤖 Haaland, un cíborg con músculos de hierro
Corría el minuto 29 de encuentro de ida de los octavos de final de la Champions League entre el Copenhague y el Manchester City, con 0-1 para los ingleses, cuando todo el mundo se levantó de su silla ante un remate de volea de Haaland que se marchó violentamente por encima del larguero. Todo hubiese quedado en un remate más, pero la acción quedó grabada por la altura que alcanzó el noruego para golpear con el pie el centro de Doku. No era fácil engatillar el balón porque el delantero llegaba en carrera y el balón a una altura considerable. Aun así, Haaland llegó a conectar el esférico.
Según algunos medios, Haaland saltó 2,34 metros para rematar ese centro. No es el remate con más altura de la historia del fútbol. Hay otros como el de Cristiano Ronaldo en un Sampdoria-Juventus, donde el portugués cabeceó en el segundo palo a una altura de 2,55 metros. O, más recientemente, En-Nesyri llevó a Marruecos a las semifinales del Mundial de Catar con otro testarazo a 2,78 metros ante Portugal. Goles que dieron la vuelta al mundo. En el caso de Haaland, la particularidad de su remate es que fue con el pie, mientras que en los otros casos todos los futbolistas saltaron con la cabeza.
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Observar el cuerpo de Haaland, que mide 1,94 metros y pesa 88 kilos, es poder hacer prácticamente una clase de fisiología. Su poca grasa y sus músculos trabajados hacen que esté en una definición solo vista en los atletas de pista o en los culturistas. Aunque no siempre ha sido así el cuerpo del crack noruego. De joven le apodaban el «niño flaco». Era un jugador alto, pero sin mucho cuerpo. No fue hasta que se mudó de su primer club, el Bryne, al Molde, a la edad de 16 años, que su físico comenzó a cambiar. Acumuló 15 kilos de músculo durante sus dos años allí, antes de ser fichado por el campeón de la Bundesliga austriaca, Red Bull Salzburgo, en 2019.
Ahora, con 23 años y aspirando a convertirse en el mejor futbolista del planeta, la apariencia física de Haaland asusta. Y eso hace que sea más fuerte, salte más, vaya más rápido y sea más ligero en la toma de decisiones, ya que sus músculos se lo permiten. El remate contra el Copenhague no es el primero de esta espectacularidad que hace el futbolista noruego, que también ha dejado algunos goles donde los defensores han ido al suelo al intentar chocar contra él. Haaland es pura potencia y eso le hace ser un arma diferencial.
💪 El físico como potenciador definitivo
Aparte de Haaland hay otros futbolistas nacidos más allá del 2000 que marcan la diferencia en el fútbol gracias a su portentoso físico. Se podría decir que son la estirpe de futbolistas contemporáneos. Siempre que un deportista tenga su equilibrio energético correcto, tener niveles bajos de grasa corporal le permite maximizar su rendimiento desde una perspectiva de movimiento: velocidad, cambios de dirección y rendimiento general en el juego. En definitiva, estos jugadores pueden hacer más acciones de alta intensidad.
Camavinga.
Una de las claves de los últimos éxitos del Real Madrid, sobre todo de la Champions League ganada en 2022, con remontadas en los octavos de final, en los cuartos y en las semifinales, fue la entereza física del equipo en los momentos finales de los partidos. Jugadores como Camavinga, Tchouaméni, Vinícius o Rodrygo le dieron al equipo un plus de energía. El hecho de que la Premier League sea la competición más emocionante del continente es porque cuenta con jugadores que mezclan físico y talento, y con un equipo de trabajo de primer nivel.
Desde el trajín en el gimnasio hasta la nutrición de un futbolista está en manos de un especialista. Aunque no todos tienen la disciplina para llevarlo a cabo a rajatabla. Las sesiones de gimnasio han tomado especial relevancia en los clubes de primer nivel. Ya no solo sirven para ‘esconder’ a un futbolista indispuesto, sino que también importan para mejorar el rendimiento y prevenir lesiones.
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Los futbolistas todavía tienen una alta tasa de lesiones, pero cuanto más fuerte eres, menos probabilidad de lesión tienes. Desarrollar el músculo también es beneficioso, porque cuando se entrena con fuerza también se trabaja el tejido conectivo (cartílagos, ligamentos, tendones…) que sostiene las articulaciones. Te vuelves más robusto. Entonces, se podría decir que, en estos momentos, el talento no lo es todo. Algunos jugadores necesitan maximizar su físico porque sus habilidades no son tan buenas. Pero cuando se consigue un equilibrio entre el cuerpo y el talento, ahí es cuando un jugador puede destacar y llegar al máximo nivel.
