Alemania está donde se merece estar: en los cuartos de final de la Eurocopa. El problema, si es que hay alguno, es que el cuadro ha emparejado al conjunto germano junto a España. Sin ninguna duda, Stuttgart se prepara para ver una final anticipada. Alemania y España se batirán a vida o muerte para ganarse un sitio entre los cuatro mejores equipos del continente. Los dos países que mejor fútbol han desplegado a lo largo de la competición. Para la ‘Mannschaft’ ya queda lejos ese Mundial ganado en 2014 en Brasil. Diez años de sequía es mucho tiempo para un país acostumbrado a estar siempre en las eliminatorias finales y que, en cambio, ha caído en la fase de grupos de las dos últimas Copas del Mundo.
Entre medias, dos derrotas sangrantes, una por 6-0 ante España en 2020 y otra por 1-4 en 2023 ante Japón, han dado pie a cerrar la etapa de Joachim Löw y a olvidar el experimento de Hansi Flick. Apareció Julian Nagelsmann, un prototipo moderno de entrenador con más nombre que títulos. Sin embargo, y aunque ayuda la vuelta de Toni Kroos y el hecho de jugar de local, Alemania vuelve a mostrar músculo. Otra vez tiene cara de ser ese equipo temible que aspira todo. Eso sí, también con sus grietas, que no pasan inadvertidas.
La ilusión de España contra el gafe: nunca han ganado a la anfitriona
🩹 Toni Kroos, la tirita que todo lo cura y la protección de Gündoğan
Ante su último torneo como futbolista profesional, Toni Kroos, de 34 años, no se quiso perder la Eurocopa. Demasiados condicionantes como para estar en la playa con su familia. Lo cierto es que la vuelta de Kroos, titularísimo, evidentemente, ha levantado el ánimo de Alemania. Con la leyenda del Real Madrid sobre el campo, la ‘Mannschaft’ no ha perdido, con seis victorias y dos empates. La mitad de estos choques se han dado en la Eurocopa: exhibición frente a Escocia (5-1), victoria convincente ante Hungría (2-0), ejercicio de resistencia ante Suiza (1-1) y triunfo sudado ante Dinamarca (2-0).
Kroos es el futbolista que arma las jugadas de una selección que se despliega desde la posesión del balón. El centrocampista alemán es el futbolista con más pases realizados del torneo (435), con Stones en el segundo lugar a todo un mundo (359), y que más precisión presenta (95,8%). Solo ha fallado 19 pases en todo el campeonato. Es la mejor definición de Kroos. Eficacia. El exmadridista siempre elige el momento indicado. Viéndole lanzar pases y cambios de juego por doquier, se hace difícil pensar que pronto nos quedaremos huérfanos de su precisión. Es la calma, la compostura, la visión y el enchufe que lo conecta todo en Alemania. Sin él, el equipo se hunde en el descontrol. No sabe si atacar deprisa o afrontar al rival despacio.
Toni Kroos es el jugador que marca el ritmo de Alemania.
Kroos pone el ritmo, además de ayudar en la valiente presión —a la vez que un tanto desordenada— que ejercen los de Nagelsmann. El técnico tardó casi tres meses en convencer al centrocampista, que se fue triste tras escuchar las críticas después de la eliminación frente a Inglaterra en la pasada Eurocopa. En este bis, Toni parece todavía mejor. «Jugando con Kroos, tengo la libertad de quedarme más adelante y esperar porque sabes que el balón llegará en algún momento», dijo İlkay Gündoğan sobre el ‘8’. El turco-germano es otro de los hombres importantes del equipo. El del Barça, en su posición favorita, con libertad por delante de los centrocampistas, está siendo un cuchillo entre las defensas rivales. Aunque el hombre a presionar es Kroos, las vigilancias sobre Gündoğan son otro punto a tener en cuenta para derrocar a esta Alemania plural.
😬 La doble vida de Rüdiger, los siameses Musiala-Wirtz y el laberinto de Havertz
Alemania eliminó a Dinamarca en los octavos de final con más sufrimiento de lo esperado. Los daneses dificultaron los envíos en largo de Kroos con una buena presión de Skov Olsen y Eriksen, pero los germanos generaron peligro mediante los envíos en largo de Rüdiger a la espalda de la defensa. El central del Real Madrid está siendo otro de los destacados de la selección alemana. El ‘loco’ es el segundo jugador con más balones recuperados de la Euro (33), tras el inglés Guéhi (37), y dejó una actuación brillante frente a los daneses siendo importante tanto en evitar tantos como en generarlos. Seguramente, estamos hablando del central más en forma del momento en el panorama mundial.
Por otro lado, se abre el melón para la pareja que forman Jamal Musiala y Florian Wirtz, dos de los mejores talentos del torneo con tan solo 21 años. Dos futbolistas capaces de arrancar, generar, regatear y romper líneas de presión con facilidad. De los dos, el del Bayern Múnich está mucho más fino. De la inspiración de ambos también vive el conjunto de Nagelsmann, que ha sabido encontrarles el hueco a cada uno pese a que ocupan la misma posición. La dupla brilló en el estreno ante Escocia anotando los dos primeros goles, aunque posteriormente han perdido protagonismo. Es cierto que Musiala suma tres dianas y figura entre los máximos goleadores, pero Wirtz ofrece más dudas y ya se cayó del once titular ante Dinamarca para dar entrada a Leroy Sané. La tendencia de los dos ‘10’ a trazar diagonales congestiona esporádicamente el frente de ataque, donde también aparecen Gündoğan y Havertz. Los mecanismos de entrar hacia dentro liberan terreno de juego para las subidas de Kimmich por la derecha y de Mittelstädt y Raum por la izquierda. Es cierto que se ha visto por momentos a una Alemania atascada, pero Füllkrug, Sané, Can, Raum y Groß han sabido alterar esa monotonía cuando han aparecido de refresco.
Por último, hay que hablar de Kai Havertz, ese falso ‘9’ que abrocha el sistema de ataque de Alemania. Cuando el abordaje de Nagelsmann se desencadena, el movimiento, la abnegación y la visión de Havertz es reconocido. Ahora, cuando el atacante del Arsenal arma su pierna, los alemanes fruncen el ceño. Es la historia interminable de su carrera. Un futbolista perfecto en (casi) todo, pero poco contundente en la finalización. Lleva dos goles, los mismos que el panzer Füllkrug en un par de ratos, y de penalti. Solo Cristiano Ronaldo (19) ha realizado más tiros que Havertz (13) sin contar penas máximas. Ninguno de los dos ha marcado en esos intentos. Sin embargo, Nagelsmann pone por delante el bien del grupo. No quiere individualidades. Y ahí, los movimientos sin balón, carreras, lectura de los espacios y habilidad con los pies hacen del exjugador del Bayer Leverkusen un perfil poco ortodoxo, pero vital en el sistema alemán.
👉 Las fisuras de una Alemania todavía imperfecta
Nadie en el torneo ha marcado más goles que los alemanes (10). España está cerca con 9 tras su goleada a Georgia en los octavos. Neuer, discutido en el pasado Mundial, parece haber recuperado su excelente nivel, Rüdiger manda en la defensa, Kroos tienes las llaves del equipo y Musiala siempre es un aguijón en ataque. Pese a esto, Alemania todavía no es un equipo perfecto. Los germanos sufren cuando no encuentran un ritmo alto en la circulación del balón. Si no es con un paso en largo, pocas veces son capaces de darle velocidad a una acción en estático. Musiala es el único capaz de alterar ese resultado. Eso se traduce en una clara dificultad para cerrar los partidos. Lo del día de Escocia fue más por inoperancia del rival que por fútbol. Su xG es de 7,6, pero han materializado 10 tantos. Es decir, que Alemania no genera ocasiones de tanta calidad.
Musiala y Wirtz durante un partido de la Eurocopa.
Otro de los problemas es la excesiva acumulación de futbolistas por dentro. La penetración en el último tercio del campo ha sido constante, pero con demasiada frecuencia los ataques se han quedado sin espacio en el último momento, dejando a Alemania a un pase de una oportunidad de gol o necesitando algo excepcional (normalmente de Musiala) para crear una oportunidad. Esa acumulación de futbolistas también expone al grupo. Una pérdida en el último tercio se puede convertir en una contra letal. Y añadiendo factos, la presión sin balón de los germanos tampoco es que sea la más efectiva del torneo. Es tímida y desordenada. En la línea defensiva, el costado zurdo es el que ofrece más dudas. Mientras que Kimmich y Rüdiger parecen intocables, Nagelsmann no lo tiene tan claro con Tah y Mittelstädt. En la ecuación han entrado Schlotterbeck y Raum. La habilidad de Lamine Yamal puede ser determinante para hacer dudar a la zaga centroeuropea.
Así es Alemania. Un rodillo capaz de arrasar y de romperse. Que tiene excesiva dependencia a nombres como Kroos y Musiala y que tiene varios debates internos sobre la funcionalidad del equipo. No obstante, es el rival que tiene que batir España para estar entre los mejores. Seguramente el mejor adversario para enfrentarse. Aunque es cierto que la selección española nunca ha ganado a un anfitrión en un gran torneo, también lo es el hecho que lleva sin perder ante Alemania en una competición importante desde 1988. Hagan sus apuestas.
