En una tarde gris y desapacible y ante un rival rockero, el Barça consiguió liberarse. Tras descincharse y dejar vivo al Nápoles en la Champions League, el conjunto azulgrana mostró su mejor versión. La performance de los de Xavi fue letal ante un Getafe que pecó de ambición, con una presión casi hasta el centro del campo. Ante ese escenario, los azulgranas fueron mortales al contraataque. La dejadez de cada día dio paso a la calidad natural de los jugadores del Barça, sobre todo de Frenkie de Jong, Gündoğan y Raphinha, que fueron los faros.
Raphinha, de vuelta a la titularidad, abrió la lata aprovechando un pase en profundidad de Koundé. A partir de ese momento, todo el peligro del Barça fue a la carrera. João Félix amplió la ventaja tras un pase lateral de Christensen, Frenkie aprovechó un regalo de Raphinha y Fermín, en el descuento, remachó una nueva contra mal definida inicialmente por Vitor Roque. Después de tantas penurias, Montjuic pasó una tarde tranquila y divertida. El Barça supera momentáneamente al Girona en la clasificación y presiona al Real Madrid, al que tiene a cinco puntos.
👁️ Ter Stegen mostró el camino…
El Getafe es un equipo que siempre da que hablar. Desde su entrenador, José Bordalás, hasta su estrella, Mason Greenwood. Y una vez más, el conjunto madrileño no dejó indiferente a nadie. Tiró la línea defensiva alta, casi al centro del campo, y presionó al Barça de inicio prácticamente hombre a hombre. Xavi recuperó la banda de los Joãos por la izquierda, mientras que en la derecha eligió a un descansado Raphinha por delante de Lamine Yamal, el mejor del equipo en los últimos encuentros. Los azulgranas sufrieron de lo lindo inicialmente para superar la presión de los azulones.
Acostumbrados a ver a un Barça que no rifa balones, cada pelota a Christensen, el barrendero afianzado en el centro del campo, y a Frenkie para iniciar jugada era una oportunidad de recuperación para los madrileños. El runrún llegó pronto a Montjuic tras dos pérdidas del neerlandés, una de las cuales acabó con un disparo duro y seco de Greenwood. No obstante, el planteamiento a cara de perro del Getafe tiene sus riesgos. Todo tiene que ir a pedir de boca y funcionar a la perfección, y eso es complicado ante la calidad de los jugadores del Barça.
Raphinha controla el balón delante de David Soria.
Ter Stegen mostró el camino. Sí, desde su propia área. Dos envíos en largo del guardameta alemán buscando la espalda de la adelantada defensa del Getafe pusieron la pista de por dónde podía hacer daño el equipo de Xavi. Raphinha fue el que mejor supo leer ese posicionamiento azulón y el que abrió el marcador. Koundé encontró una carrera imparable del brasileño, que caricaturizó a un mal Djené, y definió con la izquierda ante David Soria. Por dentro, al Barça le costaba crear. Pese a esto, por fuera, encontraba auténticas autopistas.
Los cambios de dirección y pases en largo desnudaron poco a poco a un Getafe mejor en intenciones que en ejecución. Pecó Bordalás de ingenuo si pretendía discutirle la posesión al equipo catalán, mientras que los de Xavi se las ingeniaron para no tener que trazar tanto por el centro y abrir más a las bandas. João Félix y Raphinha podrían haber sentenciado el encuentro antes del descanso, pero marraron delante de Soria.
🥳 El Barça por fin se divierte en Montjuic
El Barça controló a sus demonios, aunque estos dieron un aviso en forma de poste tras un tiro lejano de Milla. De entrar, igual estaríamos hablando de otra cosa. Pero era la tarde del Barça, que tuvo la tranquilidad de mover el balón sin desesperarse. Así llegó el segundo. Cubarsí combinó con Gündoğan, que abrió de primeras a Raphinha, y Christensen, como un atacante, empezó a correr al espacio para recibir el pase del brasileño. El danés, que si algo tiene es criterio, levantó la cabeza y puso un balón milimétrico para que João Félix empujara a la red. Gol de los que hacía tiempo no se veían en Can Barça.
Este tanto llevó al Barça a su nirvana particular. Los azulgranas se liberaron de todas sus cadenas y salió el alma del equipo que el curso pasado ganó la liga. Todo favorecido por un Getafe que empezó a quedarse sin gasolina y sin esperanzas. Enseguida llegó el tercero, tras una carrera de Frenkie para soltar a Gündoğan y encontrar de nuevo a Raphinha. El extremo controló ante la salida de Soria y dejó atrás para que remachara Frenkie a la red.
Ver para creer. Después de semanas convulsas y de críticas, el Barça tuvo un partido plácido. Y eso que el Getafe había plantado batalla anteriormente al conjunto azulgrana. Sin embargo, el tercer gol fue demasiado para el equipo madrileño. Borja Mayoral dejó un tímido disparo en un pase dentro del área, mientras que el Barça siguió rompiendo la primera línea de presión azulona y filtrando balones entre los centrales. Ya en el añadido, Cubarsí despobló, Frenkie tuvo la clarividencia para encontrar a Vitor Roque y, aunque el brasileño falló en el disparo, Fermín López encontró el rechace para dar por acabado el encuentro. Tras no finiquitar al Nápoles en la Champions League, el Barça sí tuvo esa agresividad para golear a un Getafe que se mostró en su versión más kamikaze.
