Hay mucha gente que sostiene que «es mejor arrepentirse después de haberlo intentado, antes que no hacer nada». Probablemente, con mucha razón. Lo que es irrebatible es que desde el PSG nunca han seguido esta doctrina con su cantera y, a la postre, se han llevado las manos a la cabeza. Son muchos los casos de futbolistas que, por talento, podrían haber jugado en el primer equipo, pero que no gozaron de suficientes oportunidades y salieron por la puerta de atrás.
Esta realidad ha hecho reflexionar a la dirección deportiva, cada vez más consciente de la necesidad de contar más con las promesas de la casa, en detrimento de supeditarlo todo a las estrellas consagradas. Queda mucho trabajo por hacer. O, mejor dicho, hábitos que corregir. Aunque lo cierto es que, por fin, algo está cambiando en la capital de Francia, la región que tradicionalmente más talento saca junto a la de Bretaña y la ciudad de Lyon.
👌 Los trequartistas son la especialidad de la casa
Entre los nombres más llamativos que hallamos al comprobar qué ilustres jugadores han pasado por las categorías inferiores del PSG, encontramos a figuras como Kingsley Coman, Christopher Nkunku, Xavi Simons o Moussa Diaby. Transfermarkt, web de referencia en el mercado de fichajes, sitúa a estos cuatro futbolistas como los más cotizados en algún momento de su carrera de todos los que han crecido en la cantera del gigante parisino.
En cualquier caso, el PSG tiene canteranos repartidos por Europa en todas las demarcaciones. Desde la portería, con Mike Maignan o Alphonse Areola como nombres más destacados, hasta delanteros centro de la talla de Odsonne Edouard, Arnaud Kalimuendo o Moussa Dembélé. Pasando por centrales como Presnel Kimpembé (en el propio PSG), El Chadaille Bitshiabu o Tanguy Nianzou; o centrocampistas como Warren Zaïre-Emery (también en el primer equipo), Adrien Rabiot, Mattéo Guendouzi, Boubakary Soumaré, Timothy Weah, Junior Dina Ebimbe o Andy Diouf, entre otros. La lista es interminable.
Lo curioso está en que la posición en la que menos jugadores de élite han formado en su cantera, también es la que más limitada ha estado en la última década en el primer equipo: los laterales. Algunos como Colin Dagba o el propio Moussa Diaby, polivalente como pocos en sus inicios, tuvieron la oportunidad, pero ninguno se asentó. El nombre más destacado, que ni siquiera llegó a debutar con los mayores y que seguramente por eso muchos no asocien a las categorías inferiores parisinas, es el de Ferland Mendy. No es el único que pasa por debajo del radar, ni el jugador más desaprovechado de sus equipos formativos.
😓 Una gestión más que mejorable
C0mo se puede observar en el siguiente gráfico, el PSG no es un ejemplo de buena administración de las categorías inferiores una vez que los chicos alcanzan la mayoría de edad. Gran parte de sus canteranos encuentran acomodo en clubes importantes entre los 18 y los 20 años, por lo que no dudan en salir del Parc des Princes ante la dificultad manifiesta de hacerse un hueco en el primer equipo. Y, de paso, al abandonar la capital francesa antes de explotar, la entidad los traspasa por un precio ostensiblemente inferior al valor de sus siguientes movimientos.
En este sentido, ayudaría incluir cláusulas no solo de recompra o tanteo prioritario, como la de Xavi Simons que luego detallaremos, sino también guardarse un porcentaje de la próxima venta. Aunque, en realidad, también son muchos los que salen libres. Otro de los problemas del PSG reside en no apostar por los jugadores a medio plazo, aunque solo sea para ver si se revalorizan. Las renovaciones con su consiguiente cesión, escasean respecto a otros gigantes del Viejo Continente. Son demasiados talentos criados poco amortizados, futbolística y económicamente.
🇪🇺 La élite, plagada de canteranos del PSG
Las consecuencias del diagnóstico anterior son dolorosas. Ya no solo por desaprovechar piezas de la casa, cuyas necesidades se cubren a precios desorbitados en el mercado foráneo sin que estos sean necesariamente mejores que los jugadores que dejan escapar; sino también porque las estadísticas de canteranos por el mundo no hablan bien de su dirección deportiva. Al no afianzarlos en el primer equipo, casi todos se marchan, conocedores de que así conseguirán asentarse en la élite con mayor facilidad. Es la pescadilla que se muerde la cola.
Como ya dejábamos caer, lo chocante del PSG está en que, para todos los canteranos que saca, el hegemónico equipo galo apenas se nutre de ellos. Siempre se ha dicho que en España el Barcelona cría jugadores para dar el salto al primer equipo y que el Real Madrid tiene en la cantera una vía de financiación. Es una distinción importante y el PSG claramente pertenece al segundo grupo, de forma mucho más acentuada que el equipo blanco actualmente. Con el agravante de que en el Bernabéu, al menos, rentabilizan bien a sus prospectos de jugadores, que se consolidan en primeras divisiones de nivel. El PSG, sin embargo, los deja escapar sin recibir retribuciones cuantiosas a cambio, como se puede comprobar en el primer gráfico.
No tiene nada de malo vender canteranos, realmente, es tan lícito lo uno como lo otro. Y puede que, este modus operandi, genere las suficientes plusvalías económicas para después poder construir una primera plantilla de mayor calidad o con perfiles más afines a la idea del entrenador. Al fin y al cabo, los niños querrán entrar en la cantera del PSG porque saben que es una forma implícita de llegar a la élite. Pero, por el camino, se pierde una parte fundamental para el primer equipo: el arraigo y el amor propio por unos colores. Es ahí donde reside la principal diferencia entre el gen merengue y el parisino, en que al Real Madrid han llegado esta última década jugadores que, vengan de donde vengan, sienten los colores como suyos, mientras que al PSG desembarcan estrellas consolidadas que han considerado al PSG un simple equipo más en su currículum.
🤷♂️ Kimpembé y Zaïre-Emery, especie en extinción
Las excepciones más reseñables son las de Presnel Kimpembé y Warren Zaïre-Emery, los dos canteranos que ejemplifican que consolidarse en el primer equipo es muy difícil, pero no imposible. El veterano es uno de los capitanes del plantel actual y se sitúa en el top 30 del ranking de jugadores con más partidos en la historia del PSG. La joven promesa, por su parte, ya se ha hecho con un sitio en el once titular de Luis Enrique y a sus apenas 17 años sobrepasa la cifra de 60 partidos con el primer equipo, un hecho insólito. El centrocampista no para de romper récords desde que se convirtiera en el debutante más precoz de la historia del club, en el jugador más joven en marcar y en el futbolista de menor edad en acumular nueve partidos de la Champions.
Entre medias, el otro nombre que destaca es el de Adrien Rabiot, quien defendió los colores del PSG entre 2012 y 2019 (cesión al Toulouse en 2013), hasta sumar un total de 227 partidos en el primer equipo. Sin embargo, la negativa a renovar el contrato en su último curso llevó a Nasser Al-Khelaïfi a castigarle con varios meses sin estar convocado. De esta forma, concluyó su estancia en el equipo que le formó de la peor manera para todas las partes: en la grada y sin que el PSG recibiera dinero por su salida en junio, como agente libre, rumbo a la Juventus.
A la vista se vislumbra a Xavi Simons, el que parece que se unirá a esta lista de excepciones. El mediapunta neerlandés salió libre rumbo al PSV Eindhoven en verano de 2022, la tónica habitual del club. La diferencia respecto al resto está en que, con él, incluyeron una cláusula de recompra por 4 millones de euros, que el PSG activó solo un año después bajo la aprobación del jugador. Actualmente se encuentra cedido en el Leipzig, equipo al que ya comanda a sus 20 años, aunque todo hace indicar que no será por mucho tiempo y que en junio de 2024 regresará a casa con el talento para marcar una época en el Parc des Princes.
😮💨 Luis Campos, mejor en la teoría que en la práctica
Con este caldo de cultivo, el Paris Saint-Germain se propuso cambiar su dirección deportiva en 2022 y el elegido para comandar ese área deportiva fue Luis Campos, el arquitecto del Lille que precisamente venía de arrebatarle la Ligue 1 contra todo pronóstico al PSG, con Christophe Galtier como estratega. El mismo que contrataría el director deportivo portugués tras la salida de Mauricio Pochettino, sin que Galtier diese el mismo resultado en París.
Tal vez, lastrado por los numerosos cambios sufridos en un equipo que trató de equilibrar las megaestrellas mundiales como Messi, Mbappé o Neymar, o Verratti y Marquinhos en menor escala, con futbolistas jóvenes con proyección. Al fin se apostaba por la maduración lenta que muchos demandaban desde hacía bastante tiempo, aunque fuesen meros complementos. En todo caso, el PSG volvió a mirar más fuera del club que dentro, salvo por Warren Zaïre-Emery. Los talentos captados antes de explotar del todo fueron Vitinha, Nuno Mendes, Nordi Mukiele o Hugo Ekitiké durante la 2022/2023; y, en las dos últimas ventanas de fichajes, Gonçalo Ramos, Manuel Ugarte, Lee Kang-In, Randal Kolo Muani, Bradley Barcola, Arnau Tenas, Cher Ndour o los recientemente incorporados del mercado brasileño Lucas Beraldo y Gabriel Moscardo.
El balance no es para tirar cohetes, dado que la inversión parisina sigue siendo desmesurada y solo Vitinha es titular indiscutible de toda esta lista, dentro de que Ugarte y Lee Kang-In tienen presencia en el centro del campo, y de que Barcola y Kolo Muani se reparten los minutos arriba como socios de Kylian Mbappé y Ousmane Dembélé. Mientras tanto, Xavi Simons ha explotado hasta el punto de convertirse en uno de los jugadores más destacados de la presente Bundesliga, de la mano del Leipzig. El mismo equipo que también introduce poco a poco a Bitshiabu. Dina Ebimbe es otro ejemplo de jugador que ha roto su cascarón en el Eintracht Frankurt y Ayman Kari (Lorient) o Édouard Michut (Adana Demirspor) también apuntan maneras.
Salvo por Simons, no hay errores de gestión tan manifiestos como los mencionados en la última década. Aunque, para juzgarlo, habrá que esperar a que estén todas las cartas sobre la mesa. No es la primera vez que el tiempo le quita la razón a un PSG que apostó por jugadores como Jean Christophe Bahebeck, Hervin Onguenda, Jean-Kevin Augustin o Collin Dagba, que no han terminado ni cerca del máximo nivel, antes que por los Kingsley Coman, Christopher Nkunku, Moussa Diaby y compañía.