Giuseppe Marotta - Italia - Serie A - Calcio - Inter
⚽ Fútbol internacional

Giuseppe Marotta, el jefe del ‘calcio’ en la sombra

Todo gran líder oculta una bella historia, porque las estrellas del fútbol no nacen, sino que se hacen. Giuseppe Marotta, descendiente de una familia adinerada, se crio en la ciudad de Varese, en la que hizo sus primeros pinitos en el mundo del fútbol. A los ocho años, mientras el resto de los niños soñaban con emular a sus ídolos, él consiguió su primera oportunidad como colaborador en el staff técnico de un pequeño club. Ya apuntaba maneras. El utillero le abrió las puertas del SSD Varese Calcio y lo primero que hizo Marotta fue limpiar las botas de los jugadores, inflar los balones y poner lavadoras con las camisetas. A los 11 años le ascendieron a recogepelotas, al cumplir su mayoría de edad comenzaría su etapa como scout y, a los 22, ya era el director deportivo del club, en 1978. Más de cuatro décadas después, sigue ligado al fútbol italiano y ejerce como presidente del consejo del Inter, al que le ha cambiado su realidad actual, después de construir el ciclo más ganador de la Juventus en la década pasada.

⚫ El arquitecto de la gran Juventus contemporánea

Conte, Allegri, Buffon, Pirlo, la ‘BBC’… Hay múltiples culpables del cambio de tendencia que se produjo hace una década en la Serie A. Una en la que la Juventus venía de nueve años de sequía entre 2003 y 2011, con dos títulos para el Milan y cinco para el Inter. Y por si no fuera suficiente con presenciar los triunfos de sus rivales históricos, la ‘Vecchia Signora’ se vio relegada a la Serie B por el calciopoli. Eran tiempos convulsos para los turineses, hasta que llegó Giuseppe Marotta, en mayo de 2010. Demasiada casualidad que el desembarco del director general marcase semejante antes y después en el club, porque una vez que la ‘Juve’ volvió a la senda del triunfo, con el Scudetto ganado en la 2011/2012, iniciaría la hegemonía más longeva del calcio.

Giorgio Chiellini, la Torre de Pisa que protegió al rey de Italia

Fueron nueve campeonatos consecutivos, un hito sin precedentes en la historia del fútbol italiano, además de dos finales de Champions League. Resultó clave la política de fichajes de Marotta, con Paulo Dybala como estrella. El argentino llegó a cambio de 40 millones de euros, procedente del Palermo, en 2015. Fue el único desembolso astronómico de sus primeros años, hasta los fichajes de Cristiano Ronaldo (117 millones de euros), Gonzalo Higuaín (90), João Cancelo (40), Douglas Costa (40) y Federico Bernardeschi (40) en el último año de su estancia.

Fueron los últimos coletazos de Giuseppe Marotta en la Juventus y parece evidente que ese mercado de la 2018/2019 desembocó en su salida por su discrepancia con la política de fichajes. «No estaba de acuerdo con la operación ‘Cristiano-Juventus’, pero esto no significa que estuviera en contra de Ronaldo, que es un ícono y un campeón. Ese no fue el motivo de mi divorcio de la ‘Juve'» argumentó. Tal vez fuera porque viese las orejas al lobo con el ‘Caso Plusvalías’ que ha terminado en sanción para Andrea Agnelli (presidente), Fabio Paratici (director deportivo), Federico Cherubini (coordinador de deportes) y Maurizio Arrivabene (consejero delegado). Marotta, sin embargo, salió impune.

Declas Marotta Cristiano Juventus

En todo caso, en octubre de ese mismo año el prestigioso dirigente italiano, crítico con el cambio de modelo del gigante de la Serie A, dejó el club y pasó de ídolo a villano en Turín por su fichaje por el Inter, solo mes y medio después. «Es un gran profesional, pero tal vez nunca fue juventino», declaró Pavel Nedved, antiguo vicepresidente de la ‘Juve’. Desde el Duomo tenían claro que Marotta era el fichaje que necesitaban. Y no se equivocaron.

En su legado quedan los fichajes de Andrea Barzagli, Leonardo Bonucci, Arturo Vidal o Stephan Lichtsteiner, a un precio irrisorio para el rendimiento que dejaron en la Juventus. Aunque, si por algo se recuerda su ciclo, fue por el desembarco de Paul Pogba y, especialmente, de Andrea Pirlo. Con ellos, Claudio Marchisio y el propio Arturo Vidal construyó un centro del campo de ensueño, por no hablar de la plusvalía generada cuando el Manchester United desembolsó 120 millones por el francés, que llegó libre a Turín. O por los cuatro cursos que completó el italiano, cuando muchos ya le daban por acabado futbolísticamente. Y por si fuera poco, también acertó con Miralem Pjanić como relevo, a cambio de 30 millones de euros que fueron a parar a la Roma.

Adrián Soria, periodista especializado en fútbol italiano, defiende que Guiseppe Marotta es una figura demasiado seria de puertas para afuera y en algunos momentos criticado por la prensa local, pero con un ojo clínico para captar talento que le ha llevado a obtener un reconocimiento internacional. La llegada de Andrea Pirlo marcó un antes y un después, porque lo que parecía un fichaje de cara a la galería (por quitárselo al Milan cuando se truncó la llegada de Gökhan İnler a la ‘Juve’), se tradujo en una compilación de exhibiciones del mediapunta reconvertido a reggista. Antonio Conte le sacó todo el partido posible a Pirlo, los veteranos siempre fueron más solución que problema para Marotta; que, no contento con acertar de pleno con varios fichajes, convenció a este incendiario estratega para comenzar el proyecto y en Massimiliano Allegri para mantenerlo en el tiempo.

🔵 Marotta también resucitó al Inter

Con este Inter ocurre lo mismo. Todo el mundo se acordará de Lautaro Martínez, Romelu Lukaku, Antonio Conte o Simone Inzaghi, pero muy pocos sacarán a la palestra el nombre del verdadero ideólogo del proyecto. Hasta 2018, los nerazzurri llevaban ocho temporadas terminando la temporada a, mínimo, 20 puntos de la Juventus. Algunas, incluso, a más de 40. En parte, el abrumador dominio de la Juventus se debía a la ausencia de competidores capaces de aguantarle el ritmo de puntuación. El Napoli se convirtió en el segundo de abordo, sin ir más lejos, y la humilde Atalanta, la Lazio o la Roma se posicionaron en el mismo escalón que los históricos equipos de Milán.

Todo cambió, cómo no, con la llegada de Marotta, que de nuevo le confió el primer año de su proyecto a Antonio Conte. La historia se repetía y este tándem estuvo a punto de derrocar a la Juventus en la 2019/2020. Se quedaron a tan solo un punto del Scudetto que, al año siguiente, no se iba a resistir. Lo ganaron con 13 puntos de margen, de hecho, gracias al lavado de cara en plantilla que idearon el director general italiano y sus hombres de confianza. Cómo no, con una plantilla plagada de oportunidades de mercado, un saco de jugadores firmados a coste cero y otro de veteranos que no respondieron a las expectativas, sino que las superaron con creces. La mala noticia llegó cuando Conte se plantó ante la negativa de la directiva del Inter a incorporar fichajes, mitificada por el aterrizaje de Simone Inzaghi.

La historia de Andrea Pirlo se repitió con Hakan Çalhanoğlu. El turco era seis años más joven que el italiano en el momento de su fichaje y tenía mucho menos cartel, pero el resto es exactamente lo mismo. Y, para más inri, fichó por el Inter como agente libre al concluir su contrato con el propio Milan, que en este caso no solo era rival histórico, sino también de la misma ciudad. El que despuntara como mediapunta en el Bayer Leverkusen, se consolidó en el primerísimo nivel como mediocentro, hasta ser uno de los referentes a día de hoy en la posición.

A su alrededor, Henrikh Mkhitaryan, otro fichaje a coste cero, y Nicolo Barella, que costó 30 millones de euros. Otras dos gangas más para su historial, como las de Edin Dzeko o Francesco Acerbi. Reclutando veteranos que terminan contrato en el resto de la Serie A, Marotta no tiene rival. Y parece que Piotr Zielinski y Mehdi Taremi (en este caso del Porto), serán los siguientes en firmar y complementar así el ataque con un Marcus Thuram que, para sorpresa de nadie, también llegó libre. Quién dijo que los jóvenes se le dan mal a Giuseppe. El mercado de jugadores sin contrato es la especialidad de Marotta, quien también defiende que es vital renovarse, pero sin perder el sentido de pertenencia. Una de sus grandes premisas.

Marcus Thuram Inter Giuseppe Marotta

Marcus Thuram ha sido el último fichaje magistral de Giuseppe Marotta en el Inter.

Tampoco se le han dado mal las plusvalías económicas generadas, si comprobamos que Achraf Hakimi y Romelu Lukaku llegaron por 43 y 74 millones de euros, y salieron por 70 y 113, respectivamente. Aunque, para operación redonda, la de André Onana (libre), que dejó más de 50 millones en las arcas del Giuseppe Meazza. El proyecto del Inter no se entendería sin Marotta. Así lo refleja Lapo Elkann, uno de los brazos fuertes de Andrea Agnelli, el presidente de la Juventus durante la estancia de nuestro protagonista: «La ‘Juve’ perdió mucho después de su marcha. Se necesitan figuras fuertes y capaces en el fútbol, ​​que es un mundo en sí mismo. De lo contrario, volver a la cima es impensable».

Él mismo, en la previa de la final de la Champions League a la que regresó el Inter 13 años después, habla sobre la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos, ante la solvencia financiera de Real Madrid o Barcelona hace una década y de la Premier League actualmente. «Ahora es esencial combinar la sostenibilidad financiera con la competitividad deportiva, obviando, si es necesario, los resultados deportivos recientes obtenidos en el terreno de juego». Con recursos limitados respecto a los gigantes de España e Inglaterra, Giuseppe Marotta ha demostrado que puede acortar mucho las distancias deportivas de sus proyectos y ser la estrella en la sombra de las superpotencias italianas.

Ir al contenido