A la hora de confeccionar una plantilla, tan importante es encontrar los perfiles necesarios para equilibrarla, como contar con una profundidad para salvaguardar el nivel en caso de lesiones, apostar por el futuro o tener jugadores que puedan marcar la diferencia en jugadas aisladas, de elegidos. Estas son las principales diferencias entre la Premier League y el resto de ligas.
🤑 Los fichajes más cotizados acaban en la Premier League
Christopher Nkunku, Joško Gvardiol, Moisés Caicedo, Declan Rice, Alexis Mac Allister, Moussa Diaby, James Maddison, Pau Torres… La lista de fichajes contrastados, con aún margen de crecimiento, que estaba claro que iban a cambiar de equipo este verano, es numerosa en el caso de la Premier League. Fuera de sus fronteras, sin embargo, la realidad es otra muy diferente. Salvo excepciones como Real Madrid con Jude Bellingham, Barcelona con Vitor Roque, Bayern con Harry Kane o Kim Min-jae, PSG con Gonçalo Ramos y pocos ejemplos de más equipos, este perfil de jugador, óptimo para dar un salto cualitativo, está completamente fuera del alcance de la clase media.
👚👖🥻 Armarios sin fondo
Muchos entrenadores argumentan que la competencia en un vestuario es la base del éxito. Otros, sin embargo, prefieren tener plantillas más cortas para que todos se sientan importantes. Sea como fuere, ese debate ha pasado a mejor vida en la mayoría de las ligas, porque solo la Premier League y casos contados en el resto de competiciones pueden permitírselo. ¿A quién no le gustaría tener un suplente como Roméo Lavia, David Raya, Jérémy Doku, Harvey Barnes o Nicolò Zaniolo? Seguramente, a muy pocos.
Championship vs. Segunda división: la desigualdad también existe abajo
La diferencia es que estos nombres, que en la Premier League son meros complementos de lujo, en otras ligas resultarían inversiones propias de cabezas de proyectos solo asumibles por los equipos punteros. El precio de este grupo de jugadores no está a la altura de un Betis, una Lazio o un Eintracht Frankfurt. El fondo de armario del resto, sin embargo, está compuesto por descartes de otros equipos y son frecuentes las cesiones o los jugadores libres para completar las plantillas. Algo que, por un lado, no permite construir una identidad táctica, con suplentes de la talla y las posibilidades de Phil Foden, Diogo Jota, Kai Havertz o Marc Cucurella. Y, por otro, le resta arraigo a aquellos planteles de otras ligas que cuentan con jugadores nómadas, que saben que están ahí sin ser la prioridad de sus clubes. De ahí que haya tantas operaciones sobre la bocina.
🧮 ¿Se pueden permitir apuestas caras?
Este apartado tiene dos vertientes. La primera y más evidente, el hecho de adelantarse a la competencia y firmar a las perlas del mañana. Lo que ocurre es que, ante la necesidad imperiosa de otras ligas por detectarlos cada vez más pronto, antes de que exploten y ya sean inaccesibles económicamente, los juveniles o recientes debutantes como profesionales suponen un todo o nada para los equipos ajenos a la Premier League. Un círculo vicioso. Si Rasmus Højlund, Nicolas Jackson, Mohammed Kudus, Zeki Amdouni, Milos Kerkez, João Pedro o Carlos Baleba, ejemplos de jugadores con condiciones pero poco contrastados, salen mal, los equipos de la Premier League no hipotecarán el futuro. En otras ligas, sin embargo, no pueden permitirse fallar con una apuesta así.
La segunda vertiente es la necesidad de generar una plusvalía a través de los fichajes. Curiosa paradoja. Para poder aumentar a medio-largo plazo la liquidez y, lo que es más importante hoy en día, el límite salarial, hace falta una garantía de que, al dejar el club, esos jugadores se habrán revalorizado y saldrán a cambio de un buen dinero. Pero, a su vez, para firmar a este tipo de futbolistas, hace falta tener la posibilidad de incorporar proyectos con recorrido que estén lo suficientemente curtidos como para competir a corto plazo. En la Premier League, además, el mencionado fondo de armario hace que se pueda compatibilizar más fácilmente la veteranía con la frescura. Dos intangibles para cualquier proyecto que, de un tiempo a esta parte, han desaparecido para muchos equipos, obligados a decidir y pagar un alto coste de oportunidad por el camino.