Aubameyang - Marsella
Fútbol internacional

Aubameyang, el delantero que se forjó en la adversidad

Hemos escuchado varias veces eso de que la carrera de Pierre-Emerick Aubameyang no daba para más, pero el gabonés sigue al pie del cañón y se rehúsa a marcharse de la élite a sus 34 años, que al término de la temporada serán 35. Esta sí parece su última aventura en una liga potente. Y, consciente de ello, ‘Auba’ no ha perdido la oportunidad de liderar a un Olympique Marsella en crisis, como ya lo hiciera en los momentos contemporáneos más convulsos de Borussia Dortmund y Arsenal. Eso, por no hablar de su buen cameo en el Barça. Motivado, siempre ha sido un futbolista diferencial, por el que merece la pena pagar el peaje de su carácter complicado y sus salidas de tono.

👑 Aubameyang heredó la jerarquía de Lewandowski

Fue en 2013, en el Westafenstadion de Dortmund, cuando Aubameyang explotó por completo, tras dos cursos en los que relanzó su carrera de la mano del Saint-Étienne. A sus 24 años, jugador de maduración algo tardía, por mucho que prometiese antes convertirse en la estrella que ha sido. El primero que apostó por él fue el Milan, en todo caso, en el que no llegó a debutar en el primer equipo en partido oficial y encadenó hasta cuatro cesiones. Pareció en su momento uno de esos jugadores que se iban a quedar por el camino, hasta que se encontró con Christophe Galtier, el técnico que más veces le ha dirigido y que le dio el impulso que necesitaba.

En realidad, Lewandowski y Aubameyang coincidieron una temporada, aunque no fue hasta la marcha del polaco cuando el gabonés mostró su mejor versión. Si Galtier fue su tutor, Jürgen Klopp puede decirse que se convirtió en el maestro universitario que le hizo madurar, mientras que con Thomas Tuchel se doctoró. Seguramente, los tres estrategas más influyentes de su carrera.

Años después, el legado de Pierre-Emerick en Dortmund poco o nada tiene que envidiar al de Robert. De hecho, el primero tiene mejor ratio goleador (0,66 goles por partido) que el segundo (0,55); por no hablar de que salió por la puerta grande, rumbo al Arsenal, y el segundo lo hizo por la trastienda, con destino Bayern. Además, ‘Auba’ tuvo que liderar un recambio generacional que incluyó el adiós del propio Klopp, mientras él dejaba atrás su papel de extremo y se adaptaba al rol de ‘9’. Lewandowski, sin embargo, fue la guinda del pastel en los mejores años del ‘BVB’.

🎒 Cargó con el Arsenal a sus espaldas

A Londres, Pierre-Emerick llegó en business en un vuelo con Fly Emirates, consolidado ya como una estrella mundial. El Arsenal pagó más de 60 millones por su fichaje, cifras algo desorbitadas en su momento, pero a la vista está que el rendimiento ofrecido fue acorde a la fuerte inversión. De nuevo, Aubameyang se encontró como el jugador al que se encomendaba un Arsenal de capa caída, al año siguiente a la marcha de Arsène Wenger. Y como de costumbre, asumió galones en la temporada de Unai Emery y lideró los primeros años del proyecto de Mikel Arteta.

Curiosamente, lo hizo de regreso a la banda, como extremo con tendencia a trazar la diagonal hacia dentro y acabar en el área, para complementar a un delantero centro con alma de mediapunta como Alexandre Lacazette. Juntos conformaron una dupla hipercomplementaria. Sus números fueron brillantes una vez más, hasta el punto de que se le comparó con Thierry Henry por su rol y liderazgo, salvando las distancias respecto al que durante años fue aspirante al Balón de Oro. Estética aparte, lo cierto es que su promedio goleador (0,56 por partido) no dista mucho del de ‘Titi’ (0,60). Fueron cuatro años para el recuerdo. O, mejor dicho, tres y medio, dado que en sus últimos meses se dejó llevar y fue más un problema que solución para los gunners.

🤫 El primer acierto estratégico de Xavi

Su desembarco en el Barcelona generó muy poca ilusión en el cuadro culé por cómo se había producido su salida del Arsenal y por llegar tras una Copa Africana de Naciones en la que protagonizó uno de los escándalos que le han acompañado a lo largo de su carrera. Esta vez, contagiado de malaria, tras los fuertes rumores de estar en el grupo de jugadores que rompió la burbuja por el protocolo covid. De la Selección Gabonesa fue expulsado, pero en el Barcelona encontró un buen lugar para reivindicarse por enésima vez.

Pierre-Emerick Aubameyang

Pierre-Emerick Aubameyang fue importante en el primer Barcelona de Xavi, en unos meses de transición.

Ya sin su punta máxima de velocidad y agresividad bien entendida en el juego, sus desmarques en profundidad y el trabajo en presión encandilaron a Xavi Hernández, que nada más hacerse cargo de un Barça a la deriva, eliminado de la Champions League en fase de grupos, pidió su fichaje. Y nada más tenerle a disposición, le dio las llaves del ataque por delante de un Memphis que venía de cuajar un gran inicio de temporada en el equipo de Ronald Koeman. El balance de ‘Auba’ fue de 13 goles en 24 partidos, nada mal para la bacante que ocupó como agente libre, en punta, dentro de un Barcelona post Luis Suárez y previo al propio Robert Lewandowski.

💪 Líder del defenestrado Olympique Marsella

El Barça fue otro puente para relanzar su carrera, antes de traicionar al Arsenal con su fichaje por el Chelsea de Tuchel. Uno de sus mentores volvía a acudir a él ante la falta de un ‘9’. Todo se torció con su inesperada destitución meses después de ganar la Champions, y las contrataciones de Graham Potter y Frank Lampard le restaron mucha importancia. Ese parecía ser, ya sí, el final de su estadía en la aristocracia europea, pero nada más lejos de la realidad. El Olympique Marsella ha aparecido al rescate. O, mejor dicho, él fue al rescate del ‘OM’.

En poco más de media temporada, otros tres entrenadores (Marcelino, Gattuso y Gasset), lo que no ha impedido que Pierre-Emerick se haya consolidado como el heredero de Alexis Sánchez. Esta vez, a medio camino entre la punta y el extremo izquierdo, la historia de su vida. En todo caso, con Aubameyang siempre ha importado más su motivación que la demarcación que ocupase en el ataque. Eso explica que vuelva a ser el máximo goleador de un equipo que era el favorito a la segunda plaza de la Ligue 1 y que no tiene, ni siquiera, garantizada su clasificación a la Conference League; a la par que se acaba de convertir en el jugador con más anotaciones en la historia de la Europa League. Siempre se le dio bien tirar del carro y callar bocas cuando más turbulentas vienen las aguas.

Ir al contenido